Economía

El teletrabajo se queda: el 20% de los días laborales será desde la casa en la pospandemia de EEUU

Estudio plantea que la mayoría estaría dispuesta a aceptar recortes salariales “considerables”.

Por: Montserrat Toledo | Publicado: Lunes 24 de mayo de 2021 a las 04:00 hrs.
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Foto: Bloomberg
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Cuando hace un año el teletrabajo comenzó a convertirse en la norma de la mano de estrictos confinamientos, voces de todo el mundo advertían que esta nueva forma había llegado para quedarse. Ahora, la tesis se mantiene, y hay cada vez más certezas respecto a cómo será tras la pandemia.

Este es el análisis de académicos de las universidades de Stanford, Chicago y del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), quienes en su análisis “Por qué trabajar desde casa se mantendrá”, plantean que el 20% de los días laborales completos se trabajará desde la casa luego del Covid-19, sobre el 5% anterior a la crisis y bajo el 50% alcanzado con la pandemia.

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Esto, a partir de una encuesta aplicada cada mes desde mayo del año pasado a 30.000 trabajadores estadounidenses, y a raíz de la cual el estudio afirma que la mayoría de los ocupados estarían dispuestos a aceptar recortes salariales “considerables” si pudieran teletrabajar dos o tres días por semana.

El paper identifica como razones para el cambio que la experiencia del teletrabajo ha mejorado, además de las inversiones en capital físico y humano ya realizadas para operar remoto. También se han reducido los estigmas sobre trabajar desde la casa, e indica que se mantienen las preocupaciones sanitaria sobre ir a la oficina, pese a la vacunación.

Hacia futuro, la investigación precisa que con esta permanencia se reducirá el gasto en los principales centros de las ciudades respecto a la prepandemia y que aumentará la productividad de la economía, por el mejor uso del tiempo. Pese a esto, el estudio alerta que “los beneficios de un cambio persistente al teletrabajo se sentirán en general, pero fluirán principalmente hacia las personas mejor educadas y mejor pagadas”.

El trabajo del futuro

José María Barrero es académico de la Escuela de Negocios del ITAM y uno de los autores del paper, y dice que “uno de los mayores impactos será que la cantidad de teletrabajo será una de las variables que determinará qué tan atractiva es una oferta de trabajo”, por lo que “los empleadores tendrán que considerar este factor al contratar personal nuevo y negociar con ellos”.

Pero, según el doctor en Economía de Stanford, puede haber problemas si la política es demasiado flexible y cada trabajador decide cuánto ir a la oficina. “Sería mejor si la organización dictara la política de teletrabajo y fuera obligatoria para todos, incluso los ejecutivos”, dice.

A su juicio, “muchos resultados podrían aplicarse a Chile y América Latina”, pero dada la menor educación e ingresos, sugiere que un número inferior de empleos se podría hacer remoto, por lo que la cantidad de teletrabajo sería más bajo que en EEUU.

El académico de la Escuela de Administración UC, Carlos Portales, precisa que “el éxito del teletrabajo es un fenómeno multivariado”, y explica que el mercado laboral chileno cuenta con “nichos privilegiados” que tienen cubiertos los aspectos que permiten teletrabajar, pero recuerda que hay otros -que se pueden agrupar en quienes realizan labores en “terreno”- que tienen escasas oportunidades de incorporarse a dicha modalidad. De hecho, dice que la realidad nacional tiende a enfocarse en este segundo grupo.

A juicio del doctor en Economía y Management en IESE Business School de la U. de Navarra, “el futuro del teletrabajo para las empresas se define en el corto plazo”, e invita a pensar en esto como una “carrera corta”. “Las empresas que logren partir implementando políticas y recursos que potencien el teletrabajo al comienzo de la carrera, tienen mayores probabilidades de resultar más atractivas en el mediano plazo para personas que se desempeñen en posiciones posibles de realizar en modo teletrabajo”, explica.

De cara al largo plazo, sugiere pensar el teletrabajo “desde una perspectiva de sostenibilidad en dónde se logren implementar soluciones reales a los problemas que ya estamos observando en el contexto de pandemia”, como el desbalance entre familia y trabajo, o la falta de límites entre los tiempos laborales y personales. “Las empresas que logren solucionar esto estarán un paso adelante que sus competidores directos”, afirma.

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