Economía

Juicio político a Trump inicia con demócratas y republicanos enfrentados por reglas y evidencia

El líder de la mayoría republicana, Mitch McConell, se vio forzado a hacer cambios de último minuto: extendió plazo para argumentos y se aceptarán pruebas de investigación.

Por: M. G. Arteaga y R. Vargas | Publicado: Miércoles 22 de enero de 2020 a las 04:00 hrs.
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Foto: Reuters
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El juicio político al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, inició formalmente ayer en el Senado con el líder de la mayoría republicana, Mitch McConnell, detallando las reglas básicas del proceso que buscaban dejarlo zanjado en al menos una semana, mientras los Demócratas luchan por apartar al jefe de Estado de su cargo.

En su discurso de presentación de los términos del impeachment, McConnell dijo que la mayoría en la Cámara respaldaba su resolución que “sigue de cerca” a casos anteriores como el de Bill Clinton.

Sin embargo, se vio forzado en parte por la oposición a hacer cambios de último minuto en el documento final que terminó extendiendo el lapso de argumentos tanto para los miembros del plenario como para el equipo de defensa de Trump. Inicialmente había propuesto dos días y tuvo que subirlo a tres.

Pero parte de la presión también llegó desde los republicanos más moderados, quienes alegaron que este juicio debería seguir lo más fielmente posible al de 1999. Y voces como estas son las que los demócratas pretenden sumar a su favor en asuntos aún no definidos, como es el caso de llamar a testigos.

Si bien este juicio es sólo el tercero en la historia de EEUU, es la primera vez que el partido que dirige la Casa Blanca también controla el Senado, lo que le permite establecer las reglas.

Los cambios

Los planteamientos iniciales elevaron las tensiones con los demócratas y llevaron al líder del partido, Chuck Schumer, a proponer enmiendas para permitir testigos y nuevas pruebas. “Las reglas McConnell parecen ser diseñadas por el presidente Trump, y para el presidente Trump”, dijo.

Con él coincidió la senadora demócrata y candidata presidencial Elizabeth Warren, quien dijo en Twitter que “McConnell sabe que los hechos son condenatorios para Donald Trump. Para protegerlo, está avanzando a través de un juicio simulado sin testigos y sin documentos de la Casa Blanca. Está organizando un encubrimiento y pisoteando la Constitución”.

La resolución da a los “fiscales” de la Cámara y al equipo de defensa de Trump 24 horas cada uno, distribuidas en tres días, para presentar sus argumentos. Además, el Senado ahora aceptará pruebas de investigación -que antes tenían que ser votadas para su incorporación- y se prohíbe a los 100 senadores hacer comentarios sobre el juicio mientras cumplen su rol como jurados.

Tampoco se permitirá a los legisladores demócratas que también son aspirantes presidenciales -Warren, Bernie Sanders y Amy Klobuchar- salir de Washington mientras el juicio esté en sesión, lo que reducirá su capacidad de hacer campaña en estados de votación anticipada como Iowa y New Hampshire.

Por ello, algunos evalúan usar la tecnología para participar en los mítines o incluso jets privados para viajar de forma relámpago a las localidades.

El poder de los testigos

Con 53 votos republicanos -frente a los 47 de los demócratas- Trump tiene casi seguro que será absuelto de los dos cargos en su contra: abuso de poder y obstrucción al Congreso, todo ello enmarcado en la trama ucraniana, en la que el mandatario republicano habría presionado al jefe de Estado de ese país con retirar ayuda militar y económica si no llevaba a cabo una investigación al exvicepresidente –y actual rival político-, Joe Biden y a su hijo.

Sin embargo, la oposición apuesta por encantar a los republicanos más moderados a través de la declaración de los testigos.

Uno de ellos sería el exasesor de seguridad nacional, John Bolton, quien ya dijo estar “preparado para testificar”.

Los demócratas creen que él tiene conocimiento directo que sostendría las acusaciones en contra del jefe de Estado.

Presidente destaca poder económico de su gestión
y minimiza la preocupación por el cambio climático en Davos

A miles de kilómetros del juicio político en su contra en Washington, el presidente Donald Trump subió ayer al escenario en Davos para promocionar el éxito de su gestión económica e instar a los empresarios a invertir aún más en Estados Unidos.
En una conferencia donde los problemas ambientales son el centro de atención, el mandatario estadounidense evitó el asunto casi por completo. Eso sí, puso énfasis en que EEUU se uniría a una iniciativa para plantar 1 billón (millón de millones) de árboles, pero criticó a los activistas ambientales a quienes llamó "los eternos profetas de la tragedia".
Además, pasó unos minutos del discurso elogiando la importancia económica de los sectores de petróleo y gas. Los asistentes notaron la falta de atención sobre las temas relativos al cambio climático, incluida la activista adolescente Greta Thunberg, una de las principales invitadas, que respondió refiriéndose a las "palabras y promesas vacías" de los líderes mundiales.
"Dice que los niños no deberían preocuparse (...) que no seamos tan pesimistas y luego, nada, silencio", dijo Thunberg en el último intercambio con el presidente de EEUU.
Trump también dijo que los recientes acuerdos comerciales con China y México representan un modelo para el siglo XXI.
En un discurso diseñado para atraer la atención, el mandatario aludió a los logros de su gobierno.
"Se ha acabado el tiempo del escepticismo", dijo, dando las gracias a los líderes empresariales por traer sus inversiones y fábricas de vuelta a EEUU.

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