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La industria de los seguros le teme a los robots

Una simple selfie puede predecir la esperanza de vida de una persona, eliminando la necesidad de expertos en pólizas. Y nuevas aplicaciones ayudarán a los clientes a identificar cuáles seguros necesitan y cuáles no.

Por: Oliver Ralph | Publicado: Viernes 26 de mayo de 2017 a las 04:00 hrs.
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Una de las profesiones más complejas del mundo corre el riesgo de ser sustituida. Y nada menos que por un sencilla selfie.

Para vender un seguro de vida ya no será necesario evaluar a los clientes mediante complejos mecanismos.Gracias al reconocimiento facial, la startup estadounidense Lapetus puede averiguar en pocos minutos la edad de sus clientes, su índice de masa corporal y si sus hábitos son saludables. Con esta información puede predecir la esperanza de vida con más exactitud que los métodos tradicionales.

El sector de los seguros está preocupado por el potencial de la inteligencia artificial y otros avances tecnológicos para revolucionar su industria. No sólo porque las máquinas podrían sustituir a los expertos. A largo plazo, podrían otorgar a los clientes herramientas para decidir cuáles seguros necesitan y cuáles no.

Una revolución global

Según Accenture, en 2016 la inteligencia artificial fue una de las principales inversiones del sector de seguros, superando los

US$ 500 millones. “La opinión de que la inteligencia artificial puede tener también un impacto a corto plazo está empezando a consolidarse”, opina John Cusano, responsable global de seguros de Accenture.

No obstante, por el momento las aseguradoras afirman que es una herramienta de apoyo y no una amenaza. Gracias a ella, las compañías han podido mejorar el análisis de datos y la comunicación con sus clientes.

Pero no se trata sólo de la inteligencia artificial. En la agricultura, los drones han revolucionado los seguros de los cultivos. Aerobotics utiliza drones para realizar mapas 3D de los terrenos y analizar riesgos para las cosechas, como las inundaciones.

Los vehículos autónomos podrían revolucionar el sector eliminando los errores humanos y reduciendo los accidentes. Además, el big data y la telemática están ayudando a detectar reclamos fraudulentos.

Los planes para conocer a través de las redes sociales qué personas son más proclives a tener un comportamiento temerario han sido rechazados hasta la fecha. En opinión de Brian Modesitt, director gerente de Two Sigma, “las máquinas no sustituirán a la gente en todas partes. En algunos casos es muy complicado”.

¿Un mundo sin riesgos?

Pero el dilema de si son las personas o las máquinas las que se encargan de gestionar las pólizas es irrelevante si los clientes deciden que no necesitan su producto. “Donde habrá un impacto es en la cantidad y en el tipo de seguros que la gente contrata”, asegura Henry Burton, director de Artelligen.

El uso de algoritmos y del big data está reduciendo el número de contrataciones en el sector.

En opinión de Nigel Walsh, socio de Deloitte, “llegará un momento en el que se crearán pólizas únicas para cada persona. Es un modelo distinto si se evalúa el riesgo persona a persona”.

Los vehículos autónomos son un ejemplo. Los fabricantes de automóviles, los proveedores de software y las aseguradoras recopilarán datos de los autos y los utilizarán para evaluar su nivel de riesgo y el seguro que necesita cada uno.

La cuestión es qué empresa dispone de los datos y la capacidad para analizar estas cuestiones; evidentemente, no tiene por qué tratarse de una aseguradora.

Autonomous prevé que los vehículos autónomos reduzcan tanto la cifra de accidentes, que entre 2015 y 2060 caerá 63% el número de seguros a todo riesgo en Reino Unido.

Gracias a la internet de las cosas, en que todos los objetos están conectados a la red, todas las personas podrán obtener más datos sobre los riesgos que enfrentan. Por ejemplo, se podría controlar el estado de las tuberías de cualquier hogar o controlar la red informática de una compañía. Si se solucionan los problemas antes de que ocurran, no habría necesidad de seguros.

Christos Mitas, responsable del desarrollo de modelos de análisis en el grupo RMS, duda que se llegue a esta situación. “No creo que haya algoritmos para todos los casos. Se necesitan expertos que analicen y comprendan los datos, no sólo se trata de extraerlos”.

Seguros para una nueva era

En cualquier caso, según las compañías de seguros, la inteligencia artificial no hará que desaparezca este sector y las personas continuarán queriendo protegerse ante lo inesperado. Por ejemplo, el ciberataque mundial WannaCry podría hacer que aumente la demanda de seguros cibernéticos.

“Seguirá habiendo riesgos específicos en la sociedad, a medida que se vayan introduciendo cambios en la economía. Si las aseguradoras incorporan nuevas tecnologías, tendrán un futuro prometedor”, declara Trevor Maynard, responsable del departamento de innovación en Lloyd’s.

La cuestión con respecto al uso de los datos genéticos en los seguros de salud y de vida es más delicada. Con los avances en las herramientas de análisis, las aseguradoras podrían tasar sus seguros en función de la genética de cada cliente. Muchas personas podrían quedarse sin ningún tipo de seguro debido a sus genes. Por este motivo, el uso de datos genéticos está prohibido en la mayoría de países. No obstante, puede que la situación cambie. “Si los clientes pueden tener acceso a sus datos genéticos, también tendrían que permitírselo a las compañías de seguros. De lo contrario, sería injusto para las aseguradoras”, afirma Paul Sharma de la consultora Alvarez & Marsal.

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