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Macron se enfoca en su programa de reforma tras terremoto electoral

El nuevo presidente de Francia está en una posición mucho más fuerte que su predecesor para transformar la economía.

Por: Financial Times | Publicado: Lunes 19 de junio de 2017 a las 11:11 hrs.
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Hace un año, Francia tenía todos los síntomas de una severa alergia a las reformas: descontento social, creciente populismo, un parlamento rebelde, y un presidente impopular. Sin embargo, tras un largo y acontecido ciclo electoral, ha entregado sus poderes ejecutivo y legislativo a un líder pro empresas que pretende reformar la economía.

El presidente francés Emmanuel Macron superó el domingo su último obstáculo electoral antes de poder pasar a impulsar una serie de polémicos proyectos de reforma.

Su partido, La République en Marche, que fue creado hace poco más de un año declarando no ser ni de derecho ni de izquierdo, se aseguró 350 de 577 escaños en la Asamblea Nacional.

La abstención llegó a un máximo récord, con 57% de los votantes franceses optando por quedarse en casa. Pero los analistas dicen que, ocurrido poco después de la movida campaña presidencial, el triunfo es menos un reflejo de hostilidad hacia Macron que la manifestación de una actitud benevolente de esperar para ver frente a un hombre que promete renovar el envejecido sistema político y revigorizar la economía.

"Al igual que sus predecesores, Emmanuel Macron se está beneficiando de una fase de luna de miel después de las elecciones. Pero esta vez es más que eso" dijo Jean Garrigues, un historiador. "La forma en que ha alterado el sistema político, que es evidente ahora, está haciendo que la gente espera que de verdad pueda sacudir el statu quo social y económico actual".

El proceso electoral francés de dos rondas tiene el mérito de producir gobiernos de mayoría. Pero durante las últimas dos décadas también ha creado un sistema político bloqueado y altamente partidista, donde los partidos principales eran incapaces de renovarse y destinaban la mayor parte de sus energías a anular y revertir las políticas de sus oponentes.

El terremoto de Macron ha barrido con los partidos tradicionales y ha instalado en su lugar algo que probablemente sea lo más cercano que Francia pueda estar de una "gran coalición" de fuerzas de centro.

Presidencia transformadora

El profesor Garrigues encuentra semejanzas entre la elección de Macron y 1926, cuando el ex jefe de Estado Raymond Poincaré fue llamado de regreso para formar un gobierno de "unidad nacional" para afrontar la crisis económica, y 1945, cuando Charles de Gaulle buscó reconstruir las instituciones francesas tras la ocupación de Alemania, fundando las bases para tres décadas de crecimiento. "Nunca la clase política de Francia ha sido más productiva que en esos períodos", afirma.

El que la presidencia de Macron demuestre ser igual de transformadora va a depender mayoritariamente en su capacidad de sacar adelante la reforma al mercado laboral que ha prometido tener aprobada para septiembre. Si fracasa en ello reducirá severamente su credibilidad en casa y en el extranjero, y generará dudas sobre sus posibilidades de implementar otros cambios importantes, incluyendo la reforma al sistema de pensiones y al seguro de cesantía.
Con el proyecto de ley laboral, Macron está presionando por una descentralización sin precedentes de las relaciones laborales para permitir a las empresas reaccionar con más facilidad a las fluctuaciones económicas. Estas medidas, que delineó durante su campaña presidencial, darían a los empleadores más libertad para negociar los horarios, horas extra y salarios con sus empleados, en vez de tener que cumplir reglas basadas en sectores. Los despidos serán facilitados y las sanciones que los jueces puedan aplicar a los empleadores en casos de despidos injustificados serán más acotadas.

Macron se va a asegurar con facilidad una autorización parlamentaria para usar "ordenanzas", un proceso legislativo acelerado en el cual los parlamentarios en la práctica acuerdan renunciar a su derecho de hacer enmiendas a un proyecto. Pero probablemente va a afrontar la oposición de los sindicatos, cuya posición en los niveles nacional y sectorial será disminuida por la ley.

Sin embargo, el impulso político de Macron significa que está en una posición mucho más fuerte que su predecesor socialista François Hollande, que no tenía un mandato electoral para reformas pro empresas.
"Las elecciones presidencial y legislativa han dado legitimidad a Macron. Será más difícil para los sindicatos oponerse de manera radical a las reformas" dijo Philippe Waechter, economista jefe de Natixis Asset Management. "Si los votantes estuvieran verdaderamente en contra de estas reformas, habrían votado por la extrema derecha o la extrema izquierda. No que Macron los haya tomado por sorpresa con este proyecto".

Sin vuelta atrás

Cuando el presidente Hollande trató de aprobar un proyecto mucho menos ambicioso hace cerca de un año, enfrentó violentas protestas en las calles y huelgas en el sector petrolero lideradas por el sindicato de izquierda dura CGT. Desde entonces, un más moderado CFDT ha desplazado al CGT como el mayor sindicato delo país en el sector privado, y la creación de empleos ha mejorado.

El repunte de las condiciones económicas y el fuerte respaldo parlamentario da a Macron una ventana de oportunidad para las reformas, creen los analistas. Otras medidas planeadas como una reforma a la capacitación profesional y una extensión del seguro de desempleo a una categoría más amplia de trabajadores puede ayudar a aliviar las preocupaciones de que las reformas de Macron sean demasiado favorables hacia los empleadores.

"Habrá sindicatos protestando en septiembre, habrá todavía algunas personas allá afuera que no estén convencidas, pero Emmanuel Macron ha sido suficientemente explícito sobre sus intenciones", dice Gilles Moec, economista basado en Londres de Bank of America Merrill Lynch. "Ahora ya no puede echarse para atrás".

"Tiene impulso al inicio de su mandato, como quedó demostrado por su muy sólida mayoría parlamentaria", agregó Moec. "Una gran parte del electorado francés está listo para darle las llaves del país, incluso algunos que no votaron por él en mayo".

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