Política

Daron Acemoglu: "Estoy sorprendido por la violencia, no era algo que esperaba en Chile"

Autor de The Narrow Corridor y Por qué fracasan las naciones, advierte que el fenómeno que vive Chile puede repetirse en cualquier otro país, incluyendo Estados Unidos. La salida, advierte, eso sí debe ser democrática.

Por: Marcela Vélez-Plickert | Publicado: Domingo 24 de noviembre de 2019 a las 09:30 hrs.
  • T+
  • T-

Compartir

Imagen foto_00000003

Chile no es desconocido para Daron Acemoglu. Es un país al que recurre con frecuencia como ejemplo. En Por qué fracasan las naciones (2012), Acemoglu y su coautor James Robinson contrastan la prosperidad de Chile con el mal desempeño de sus vecinos de Latinoamérica. En su nuevo libro, The Narrow Corridor: States, Society and the Fate of Liberty, publicado también junto a Robinson hace un mes, Acemoglu presenta a Chile como ejemplo de un país que logró volver a una especie de corredor virtuoso.

La tesis principal del libro sostiene que para alcanzar la libertad los países deben encontrar el balance entre un Estado excesivamente fuerte y una sociedad sin control. Es en este estrecho corredor (de ahí el nombre del libro), de balance entre estas dos fuerzas, en que se halla el camino a la prosperidad. Chile, señalan Acemoglu y Robinson en su libro, es un país que salió del corredor (golpe de Estado y dictadura) y logró regresar. ¿Será capaz de permanecer en él?

Acemoglu se sorprende dudando su respuesta. En conversación con Diario Financiero se declara sorprendido por la violencia, de las protestas y la represión, y teme por errores políticos.

Al cierre de esta edición el país sumaba más de un mes de conficto social y el 15 de noviembre los parlamentarios lograron un histórico acuerdo para redactar una nueva Constitución. El giro responde a una de las principales demandas de los sectores vinculados a las protestas que desde inicios de octubre se registran en el país.

Imagen foto_00000001

- Líbano, Iraq, Hong Kong, Chile. Las protestas parecen multiplicarse alrededor del mundo. Pero a diferencia de los otros países, donde hay temas concretos, las protestas que vemos en Chile parecen ser contra todo. ¿Cómo explicárselo en un "país modelo"?

- El problema de fondo es que la gente ha perdido la confianza en las instituciones. En parte esto se debe a errores que cometimos en el pasado, en parte a la incapacidad de muchos países para distribuir y compartir la riqueza, de crear oportunidades especialmente para los jóvenes; y esto es exacerbado por la sensación de que los políticos y líderes no están escuchando. Ha sido el error central de muchos gobiernos, especialmente de la centroderecha. Pero no únicamente, porque parte de los problemas que vemos en Estados Unidos se debe a la falta de progreso durante la administración de Barack Obama, en comparación con las aspiraciones que tenía la gente. Pero creo que líderes como (Sebastián) Piñera o como (Mauricio) Macri lo han hecho peor en términos de escuchar el descontento.

- Hay también un elemento histórico. La derecha, tanto en Chile como en Argentina, arrastran pecados del pasado. Es más fácil protestar contra ella...

- Obviamente ambos países tuvieron dictaduras sangrientas y los políticos en ambos países han tratado de distanciarse de ese pasado. Pero creo que no siempre lo han hecho en serio u honestamente. Desde afuera, Chile tiene ambos: algunos de los mejores elementos entre los países latinoamericanos y algunos de los peores. En el lado positivo es una economía funcional, tienen mejor burocracia y un sistema político más competitivo que cualquier otro país, también ha sido el más exitoso en reducir la desigualdad. Al mismo tiempo, sigue siendo muy desigual, y creo (visto desde afuera) que las desigualdades sociales son más profundas que las económicas. Lo más chocante en Chile no es que haya protestas. En algún nivel es una señal saludable que haya protestas, las democracias funcionan mejor cuando la gente protesta, lo realmente chocante es la violencia.

Los riesgos

- En sus últimos libros cita a Chile como un ejemplo de un país donde las instituciones funcionan. ¿Cómo explicar el nivel de las protestas que vemos ahora?

- En papel hay elementos de Chile que se deben enfatizar, que son positivos para el futuro. Compara la burocracia chilena con la de Argentina, es mucho mejor; compara el sistema educativo con el resto de Latinoamérica... sí, hay desigualdades que se deben resolver, pero es mucho mejor.

- Pero no vemos gente protestando en Guatemala o en México...

- Es una buena pregunta a la que no tengo una buena respuesta. Pero cualquier respuesta tendrá que ver con las aspiraciones. Cuando tienes mejores instituciones y una mejor economía, por supuesto que las aspiraciones van a ser mayores, y habrá menos excusas para justificar la falta de oportunidades para un segmento importante de la población.

- ¿Cómo avanzar cuando se ha perdido la confianza en las instituciones, en la presidencia, el congreso, los políticos, las fuerzas armadas, la policía?

- La fortaleza que Chile ha tenido los últimos 30 años es su democracia. La solución es que los ciudadanos, en las próximas elecciones, escojan a quien crean que es mejor, y le den el mandato de mejorar la relación entre las fuerzas de seguridad y la ciudadanía y de solucionar los problemas estructurales.

- Bueno, se supone que eso es lo que ha pasado en las últimas elecciones. El resultado es que se ha escogido entre Piñera y Bachelet, dos veces.

- Sí, esto también es sorprendente. Es una muestra de la división, la fractura en la política chilena... que Piñera haya regresado es producto de los errores de la socialdemocracia, de que Bachelet no haya implementado reformas de forma efectiva. La única solución democrática es encontrar un gobierno democrático con otras prioridades, que termine con este vaivén entre derecha e izquierda.

- ¿Hay un riesgo real de salir de este corredor virtuoso si la violencia y las protestas no se controlan?

- Claro que sí lo hay. Si me hubieras preguntado hace dos meses, hubiese dicho no, Chile es el país más seguro dentro del corredor en Latinoamérica. Pero como dije estoy sorprendido por la violencia, no era algo que esperaba... lamentablemente es algo que esperaría en Brasil, pero no de Chile. Se requeriría errores políticos muy graves para llevar esto a la amenaza de un golpe de Estado o un total colapso de las instituciones. Espero que no esté en las cartas.

Cuando escribimos el capítulo del libro sobre Chile, y revisamos los años de (Salvador) Allende y el golpe de Estado, nos llamó la atención como una serie de errores y polarización exacerbaron los conflictos que había en la sociedad... Si Chile termina otra vez con alguien como Allende, y no lo culpo por el golpe de Estado, porque esa es responsabilidad de Pinochet, pero sus acciones contribuyeron mucho a la polarización y exacerbación de los problemas. Si la izquierda termina liderada por alguien así, se aumenta el riesgo de un colapso.

Una de las lecciones del libro es que las acciones de los líderes que instigan o exacerban la polarización realmente importan.

Del crecimiento y las empresas

"Una creciente desigualdad, un crecimiento económico débil, enormes ganancias de las empresas financieras, grandes empresas sin regular, todo contribuye a la sensación de que la economía está amañada y el sistema político es cómplice", escriben Acemoglu y Robinson.

Agregan que esa combinación se agrava con la pérdida de confianza en las instituciones. Eso explica, tal como sucedió tras la Gran Depresión, el auge de movimientos que buscan desestabilizar el sistema político y destruir el balance entre Estado y sociedad. Estos movimientos -agregan- tienen campo fértil en ambientes de desconfianza institucional, bajo crecimiento, alto desempleo y desigualdad, y baja alza de los ingresos.

- Entonces, ¿el crecimiento económico es clave para que los países se mantengan dentro del corredor?

- Definitivamente. El crecimiento y el crecimiento compartido son elementos clave.

Nuevamente tiene que ver con las expectativas y aspiraciones. En el siglo XIX las aspiraciones eran limitadas, una sociedad así puede sobrevivir en un bajo crecimiento. Pero en el siglo XXI el crecimiento es clave para cumplir con lo que se le ha prometido a la gente.

- ¿Cuál es la responsabilidad de empresas en lograr este balance entre Estado y sociedad?

- Compleja pregunta. Cuando ves las encuestas en Latinoamérica te das cuenta de que hay una gran desconfianza en los mercados. ¿La gente prefiere un sistema de planificación central? No creo. Lo que creo es que identifican correctamente que hay desviaciones. Las empresas tienen que actuar de una forma ejemplar, para contribuir a que se comparta la riqueza y para fortalecer la confianza de la sociedad.

- ¿Cuál sería el rol de las empresas en lograr una salida a la crisis en Chile?

- Parte de la solución en Chile es romper con la jerarquía social, que en parte es mantenida por empresarios y banqueros... un modelo más inclusivo no puede ser impuesto simplemente por el gobierno, va a requerir un esfuerzo de la comunidad empresarial.

Lo más leído