Mauricio Peña apunta a ejecutivo de Aurus de saber de desvíos de fondos a Hingley

Partió ayer la audiencia de formalización del ex gerente de Inversiones de Aurus, Mauricio Peña, acusado de generar pérdidas en dos fondos de la administradora al modificar las valorizaciones de las inversiones.

El Ministerio Público lo acusó de los delitos de estafa e infracción a la Ley de Mercado de Valores, pidiendo para Peña la cautelar de prisión preventiva, algo que deberá resolver el Cuarto Juzgado de Garantía.

En la audiencia se dieron a conocer, además, detalles adicionales de una de las aristas del caso: los desvíos de US$ 535 mil a Hingley, sociedad de Inversiones de Patricia Chadwick, quien confió en Peña para que le manejara los fondos tras recomendación de su yerno, Raimundo Cerda, que a la vez es socio y gerente de Aurus.

Tras conocer la querella, el mismo Peña pidió dar su versión ante el fiscal Carlos Gajardo, quien lleva la causa. El lunes pasado, el ex ejecutivo de Aurus aseguró que las transferencias de dineros a Hingley habían sido realizadas con el consentimiento de Cerda, y añadió que él era el responsable de la cuenta e implementaba las estrategias de inversión.

Además agregó en su declaración que tras las pérdidas de 2013 en los fondos de Chadwick, fue Cerda el que lo instruyó a que “modificáramos las cartolas para ocultar las pérdidas a su suegra, por eso me pedía por mail las cartolas, las cuales él también podía obtener”.

El abogado de Aurus, Juan Domingo Acosta, refutó la tesis de Peña, indicando que se “desentiende de la verdad”.

Según la investigación de la administradora, Peña, quien reconoció que invirtió US$ 1 millón en un instrumento y no varios millones como había dado a creer, también habría mentido en eso, ya que fueron sólo US$ 500 mil y la diferencia se desvió a Hingley.

Hay otras responsabilidades

La defensa de Peña tuvo como uno de sus principales objetivos demostrar que no toda la culpa es del ex ejecutivo.

El abogado Miguel Ángel Chaves, indicó que Peña no era “Aurus”, sino que a su juicio se requería de la participación de otras personas para hacer ciertas cosas -como entregar información al mercado-.

“Este cadáver no se le puede atribuir en su totalidad a Peña, hay otras responsabilidades que el Ministerio Público debe seguir investigando”, comentó.