No puede quedarse en la calle” Lo pensó mucho.

ador de chilemujeres se inscribió en Renovación nacional y puso su nombre a disposición del partido para ser constituyente. “Quiero aportar un grano de arena en este momento histórico”, asegura. Verónica Campino#yo APRUEBO

Por: | Publicado: Viernes 16 de octubre de 2020 a las 04:00 hrs.
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Y por varios meses no estuvo ni por una ni por otra opción. Solo luego de leer acerca de procesos constituyentes y conversar con algunos expertos, se decidió por el Apruebo, “a pesar de que mi entorno vota Rechazo”. Verónica Campino, miembro del círculo de Innovación de Icare y cofundadora de ChileMujeres viene de una familia con una larga historia en la centroderecha: su abuelo Carlos Campino fue una figura relevante en Renovación Nacional y su abuela Teresa Rodríguez fue concejal por Graneros por ese partido. Ella hasta este año ella era independiente: ahora milita en esa misma tienda política.

-¿Qué te hizo decidirte a Aprobar?

-En primer lugar, porque creo que Chile necesita una Constitución que sea legitimada por todos los sectores, de otra forma, es una “cojera” de la democracia. De hecho, luego del acuerdo del 15 de noviembre, según The Economist, Chile pasó a ser una democracia “plena”. En segundo lugar, pienso que el proceso constituyente habilita una salida institucional a una crisis social. En octubre marcharon miles de personas pacíficamente, manifestaron su descontento. Esto no puede quedarse en la calle.

Luego del debate de la paridad de género a comienzos de año, Campino se convenció sobre la importancia de defender sus ideas y principios desde un partido. “Si no, ¿cómo influyes?”, dice. Por eso decidió inscribirse en RN y puso su nombre a disposición del partido para ser candidata a constituyente. “Tenemos una responsabilidad fundamental en la construcción de un mejor país, especialmente quienes hemos tenido muchas oportunidades y tenemos hijo/as escolares”, explica la directora de empresas.

-¿Cuál es tu objetivo como constituyente?

-Quiero aportar un grano de arena en este momento histórico. Pienso que es fundamental -y lo subrayo- cambiar el eje de trinchera por un eje de consenso. Cómo entre todos y todas nos ponemos de acuerdo en escribir una Constitución que mantenga lo bueno de las constituciones que ha tenido Chile y sus tradiciones; que incorpor los desafíos atendidos a los tiempos actuales y perfeccione aquellas materias fundamentales que están pendientes, muchas de las cuales ha visibilizado la pandemia, como el hacinamiento, salud, conectividad y educación.

-¿Prefieres convención mixta o constitucional?

-Convención constituyente, sin duda. Por varias razones: primero, es la única opción que garantiza la paridad de género, que creo fundamental en este proceso. Segundo, el incentivo a no poder presentarse a elecciones, hace que los convencionales se centren en lograr acuerdos y no pensar el elecciones ni hablarle a su electorado. Me preocupa, en caso de ganar la mixta, que parlamentarios que están pensando en la reelección, esten escribiendo la Constitución. Y tercero, porque para mí este proceso es una oportunidad única para refrescar la política, para visibilizar liderazgos nuevos, en especial mujeres y jóvenes, y llegar a acuerdos con discursos moderados. Y creo que esta oportunidad será mejor aprovechada en la Convención Constitucional.

- ¿Qué cambios urgen en una nueva Constitución?

-Creo que la nueva Constitución debe incorporar un compromiso con la equidad de género, el cual debería reflejarse en el uso de lenguaje inclusivo en su redacción. En materia de contenidos, debiera valorar la corresponsabilidad parental, el reconocimiento al trabajo en el hogar, la igualdad de salario ante igual trabajo e impulsar la promoción de la paridad en los órganos colegiados. También creo importante dar mayor participación a la ciudadanía, por ejemplo, incorporando una norma que le permita a un número importante de ciudadano/as forzar la realización de un plebiscito, pudiendo así pronunciarse a favor o en contra de leyes aprobadas en el Congreso. Finalmente, es importante modificar el sistema de gobierno para dar mayor gobernabilidad a nuestro país, a través de un mecanismo que incentive los acuerdos y no la polarización.

-¿Hay algo que te preocupe en relación a la redacción de la nueva Carta Magna?

-Más que con respecto a la Constitución, le tengo miedo a los prejuicios, a las fake news y al atrincheramiento ideológico de los bueno/as y los malo/as. Cuando se habla sobre respetar o no el derecho de propiedad, debemos recordar que la propiedad privada es un derecho humano ratificado por Chile en la Convención Americana de DDHH y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, por lo tanto sí o sí debe estar en la nueva Carta Magna. Cuando se idealiza la Constitución como la solución de todos los problemas en Chile, se olvida que los países son compuestos no sólo por normas, sino también por personas. Si tenemos buenas normas y mala política, no vamos a construir el país que soñamos. Si queremos que este proceso sea exitoso, debemos respetar las legítimas diferencias de opinión de cada persona y llegar a acuerdos, si no, la nueva Constitución probablemente no será ratificada en el Plebiscito de salida y habremos perdido una oportunidad.

A comienzos de añ

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