Ciberseguridad acéfala
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Señora Directora:
Sólo unos días atrás, la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) publicó una nueva normativa para la Gestión de la Seguridad de la Información y Ciberseguridad, regulando entre otros puntos la responsabilidad que tendrán los Directorios en la aprobación de las estrategias de ciberseguridad de sus instituciones.
Si bien la CMF ha sido pionera en imponer mayores regulaciones y exigencias en materia ciber, lamentablemente dicho avance no se ve reflejado en el resto de las instituciones públicas y áreas vinculadas a este tema. En efecto, hasta la fecha el Gobierno ha nombrado a dos "zares" de ciberseguridad: Jorge Atton, que alcanzó a estar solamente tres meses en su cargo, puesto que estuvo acéfalo durante siete meses hasta que en junio de 2019 asumió Mario Farren, quien renunció en marzo de 2020. Aún no se nombra a su sucesor.
Este es un puesto clave, que debiera implementar la política nacional de ciberseguridad lanzada en 2017 y que ha estado más tiempo vacante que ocupado. Este nuevo zar debiera a su vez liderar la presentación de un proyecto de ley marco en ciberseguridad, que instaure una institucionalidad permanente, y un proyecto que establezca las obligaciones mínimas para entidades vinculadas a las infraestructuras críticas de la información.
Esta pandemia aceleró muchos procesos tecnológicos, y en este contexto, asegurar estándares mínimos, una nueva institucionalidad, y en definitiva un ciberespacio libre, abierto, seguro y resiliente, parece un objetivo que no puede seguir esperando.
Andrés Grunewaldt
Socio Silva Abogados
