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Desafíos de la incorporación de mujeres en la Alta Dirección de empresas

Por: Jaqueline Balbontín, vicepresidenta RRHH & Asuntos Corporativos Scotiabank | Publicado: Martes 30 de enero de 2018 a las 04:00 hrs.
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Hoy hablar de equidad laboral entre hombres y mujeres sigue siendo un tema de discusión, en gran parte debido a las diferencias que siguen existiendo entre ambos, por ejemplo, en la conformación de directorios o cargos de alta dirección.

Esta realidad no se condice con el avance de la mujer en la administración del presupuesto familiar o en las decisiones de compra, lo que hace imperativo contar con ellas también en cargos de toma de decisiones en las empresas, a fin de interpretar mejor las necesidades de clientes cada vez más diversos.

El Informe de Mujeres en Alta Dirección 2017, desarrollado por Mujeres Empresarias en conjunto con Desuc, que analiza una muestra de 93 grandes compañías–, indica que la participación de mujeres en la primera línea de las empresas es notoriamente baja: desglosando algunos resultados, un 3% tiene el cargo de gerente general, mientras que un 9% son gerentes de finanzas.

Otro punto importante es la brecha salarial. Según el primer informe del Índice de Paridad de Género, elaborado por Comunidad Mujer y la Comisión Nacional de Productividad (CNP), las mujeres ganan aproximadamente un 20% menos que los hombres.

Por lo mismo, sin desconocer los avances de los últimos años, las empresas siguen teniendo el desafío de trabajar hacia una mayor equidad. Muchas compañías están implementando políticas en este sentido, porque reconocen los beneficios de una mayor incorporación de la mujer: mejora en los procesos de innovación y toma de decisiones, en el clima laboral, en el compromiso de empleados y clientes, lo que conduce a un aumento en el rendimiento y mejores resultados comerciales.

Hay varias vías para que las compañías puedan enfrentar este reto, por ejemplo, permitir el ascenso y liderazgo de las mujeres generando un semillero de nuevos talentos; crear políticas de flexibilidad laboral con enfoque de corresponsabilidad; instaurar comités de inclusión que promuevan un gobierno corporativo basado en la diversidad y contar con programas para potenciar y motivar a mujeres a asumir mayores responsabilidades.

Por nuestra parte, creemos que la inclusión es una acción que produce los beneficios de la diversidad. A través de nuestras prácticas y nuestros colaboradores, mejoramos nuestra comprensión de los clientes y de nosotros mismos, creando un entorno donde valorizamos y aprovechamos las diferencias para innovar y obtener un alto desempeño en entornos cada vez más cambiantes y complejos.

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