DF Tax | Emparejar la cancha en las plataformas digitales

Marcelo Goldsmith

En una nueva era, absolutamente tendiente al crecimiento tecnológico y desarrollo del espectro de bienes y servicios en favor de los consumidores actuales, ha surgido la necesidad estatal de "emparejar la cancha" entre quienes pagan plataformas digitales nacionales y extranjeras, mediante la introducción de una serie de indicaciones que cambiarían sustancialmente el pago de estos servicios, a saber: la aplicación del impuesto de un 19% (IVA) a los servicios digitales.

En este escenario, creemos que existen aspectos tanto positivos y negativo, pues a su turno, permite que los extranjeros que realicen prestación de servicios en un sentido armónico con los tributos internacionales y las remesas en el pago de dichas prestaciones al exterior, mas no en desmedro de los sistemas nacionales que actúan como sostenedores actualmente.

Consecuencialmente, se obtendría recaudaciones tributarias positivas que tiene su correlato en la mejora de la competitividad chilena a nivel internacional. Chile comenzaría a incorporar una legislación acorde con la inminente modernización de la economía digital.

No obstante, la decisión unilateral que se discute adoptar presenta aspectos que podrían llegar a ser contraproducentes toda vez que imponen al contribuyente la aplicación de un impuesto directo excesivamente alto en el ingreso completo del mismo. En efecto, no se estaría gravando la utilidad de la empresa extrajera, sino, por el contrario, se aplicaría una medida cuyo peso soportarían únicamente los consumidores. Además, son palmarías las incongruencias en su aplicación, si se piensan estas medidas del modo en que se han hecho, toda vez que podrían constituirse casos de doble tributación, como en el caso de aplicaciones de delivery de comida.

Con todo, creemos que para el establecimiento de un marco regulatorio idóneo de economía digital que cumpla con las expectativas tanto respecto de los contribuyentes, de los proveedores y del gobierno, es preciso mitigar los peligros de la doble tributación en determinadas aplicaciones como las del caso en comento, de manera tal que se asegure el reparto equitativo de la base imponible (sea por ejemplo, la desgravación de determinados pagos, tasas de retención reducidas o simplemente la adecuación tributaria a los casos concretos).

Así, también será necesario establecer sistemas eficientes de fiscalización (mediante agentes retenedores, por ejemplo); y, finalmente, clarificar la necesidad de un impuesto tan alto como el 19%, en lugar de uno menor, en favor del ingreso del cliente, que se ve directamente perjudicado.