¿Dónde está el valor de los voluntariados?

Alan García

Los voluntariados corporativos han tomado cada vez más fuerza como estrategia de valor compartido en las empresas. Los argumentos son variados, algunas lo ven como una forma de acercar a sus trabajadores a las comunidades, otras para fortalecer a sus equipos y motivar a su gente, otras simplemente lo ven como un medio para mejorar su reputación haciendo el bien. Lo cierto es que todas estas razones son válidas; iniciativas como éstas dejan generalmente una buena experiencia para todos los involucrados.

Desde la mirada de las comunidades beneficiadas, no sólo se valora el trabajo realizado, sino que resulta enriquecedor trabajar mano a mano con personas de verdad, cuya sencillez sorprende, al saber quiénes están detrás de esa gran empresa.

Con una implementación sistemática, que involucre a todas las áreas y niveles de la empresa, el aporte de los voluntariados al desarrollo de una cultura con liderazgos conscientes puede ser significativo. Existe evidencia de cómo el impacto transformador que pueden tener estas experiencias sobre las personas y su forma de relacionarse puede afectar positivamente su desempeño en la organización. Si a esto le sumamos la oportunidad de involucrar a otros grupos de interés como proveedores y clientes, el efecto puede ser aún mayor.

Las preguntas que a veces quedan dando vueltas son: ¿cuál es el beneficio neto para la empresa? ¿cuánto debiera invertir en esto? ¿cómo se mide? Existen instrumentos de medición que pueden servir para dimensionar el efecto sobre la cultura y el liderazgo, así como hay otras que permiten evaluar los cambios de percepción en los grupos de interés y su efecto sobre el negocio. Estas mediciones resultan importantes para poder justificar la inversión y observar sus efectos para el negocio.

En Empresas Conscientes creemos que avanzar en estos ejes en línea con un propósito elevado en la empresa resulta fundamental para que las organizaciones estén mejor preparadas para enfrentar desafíos tan grandes como la retención del talento, la transformación digital y el ciudadano consciente. De otra forma, la sostenibilidad de la empresa se podrá ver amenazada más por sus capacidades internas que por su mala imagen corporativa.