Columnistas

Efecto macro de la modernización tributaria

Luis Felipe Lagos M. Investigador ClapesUC y consultor

Por: Luis Felipe Lagos M. | Publicado: Martes 23 de octubre de 2018 a las 04:00 hrs.
  • T+
  • T-

Compartir

Luis Felipe Lagos M.

La discusión sobre la Modernización Tributaria ha subido de tono en los últimos días. Algunos críticos han señalado que el proyecto tendría “efectos insignificantes” desde el punto de vista macroeconómico, a juzgar por sus efectos sobre la recaudación. Efectivamente, el proyecto actual, según las estimaciones del Informe Financiero, modificaría la recaudación neta muy poco, tal como había anunciado el gobierno que la modernización sería neutral respecto de la recaudación. Sin embargo, es un error evaluar el impacto macro del proyecto sólo por la variación en la carga tributaria.

Imagen foto_00000001

Un buen sistema tributario debe financiar el gasto púbico de manera equitativa, tanto horizontal (a igual ingreso, igual tributación) como verticalmente (a mayor ingreso, mayor pago). Si esto aumenta la estabilidad social y reduce el riesgo país, habrá un efecto macro. También debe recaudar al menor costo de cumplimiento para los contribuyentes y de administración para el Estado, lo cual puede elevar el emprendimiento e incrementar la productividad. Y ser eficiente, minimizando las distorsiones en la economía que generan los impuestos al afectar las decisiones de ahorrar, invertir, producir, emplear, innovar, trabajar y acumular capital humano; lo cual impulsa el crecimiento de tendencia.

Veamos dos ejemplos de cambios tributarios y sus efectos macro. Un cambio en la estructura tributaria que reduzca los impuestos más distorsionadores —los que recaen sobre la empresa e ingresos personales—, e incremente los impuestos al consumo, manteniendo constante la recaudación, tiene un impacto macro positivo y significativo al elevar el PIB y el crecimiento de los salarios.

En cambio, un aumento en la carga tributaria tiene inambiguamente, en el corto plazo, un efecto negativo sobre la actividad económica. En el largo plazo, según la evidencia, el impacto macro es neutro o negativo, dependiendo de si el mayor gasto de gobierno es productivo (infraestructura o bienes púbicos) o son sólo transferencias o subsidios.

El proyecto de modernización tributaria avanza en mayor equidad al eliminar el régimen semi-integrado, y en simplicidad, lo que elevará la productividad y acelerará el crecimiento de los salarios. Si bien el gobierno finalmente optó por no bajar el impuesto corporativo, introdujo la depreciación instantánea como medida transitoria por un lapso de dos años. Es en este último punto donde puede mejorarse el proyecto, para asegurar un impacto macroeconómico más importante y sostenido en el tiempo.

En efecto, más que un shock de inversión, seguido de una diminución una vez cumplidos esos dos años, el país requiere un estímulo permanente a la inversión para elevar el crecimiento de tendencia. Por esto hemos propuesto en otra columna que la depreciación instantánea sea una medida permanente para los activos productivos, sean fijos o intangibles. Esto implica que la base de tributación de las empresas es igual a su flujo de caja, al no tributar la inversión.

Lo más leído