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En busca del calendario de vacaciones ideal para los empleados

Por: Pilita Clark | Publicado: Lunes 14 de enero de 2019 a las 16:04 hrs.
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Pilita Clark

Me fue difícil concentrarme en Navidad el año pasado. Mi primera fiesta navideña del trabajo se celebró justo cuando Theresa May decidió cancelar una gran votación parlamentaria sobre su plan para el Brexit. La segunda se llevó a cabo la misma noche en que los parlamentarios de su partido votaron para decidir si la desecharían como su líder.

Sólo empecé a sentir un poco de espíritu navideño en una fiesta de mujeres en Fleet Street, cuando escuché a una editora principal expresando su angustia sobre una de las grandes tradiciones de la temporada festiva: el calendario de vacaciones para los empleados.

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Por primera vez en años, iba a tomar vacaciones durante todos los días desde Navidad hasta el Año Nuevo, dejando a un equipo de subordinados sin ella. Nunca lo había hecho antes y se sentía mal de haberlo hecho. Pero el dilema de organizar sus vacaciones cuando la mitad de su familia vive en otro continente no le había dejado otra opción.

Los periodistas, como las enfermeras y los conductores de buses, trabajan durante todo tipo de días festivos, lo que nos ha convertido en expertos en manejar la planilla de los empleados durante las vacaciones.

Sin embargo, mientras charlaba con la editora, tuve un pensamiento inquietante. He escuchado a muchos gerentes, dentro y fuera de los medios, preocuparse por su deber de compartir el dolor de trabajar en vacaciones con sus equipos y cada uno de ellos ha sido una mujer, incluyéndome a mí en una vida anterior. Tal vez los hombres sienten las mismas punzadas de culpabilidad por estas cosas, pero no lo expresan. ¿O es éste otro ejemplo tedioso de la necesidad que sienten las mujeres de probarse a sí mismas en la oficina?

Felizmente, no creo que lo sea. Cuando comencé a preguntar, pronto descubrí una larga lista de crímenes cometidos por mujeres y hombres por igual. El peor relato vino de un hombre que una vez tuvo una jefa en Londres que siempre reservaba las mejores vacaciones para ella, y luego llenaba el calendario de empleados para trabajar en esas fechas para asegurarse de que pudiera relajarse sin interrupciones.

Un año, su equipo incluía a un joven recién casado que no tenía auto, quien esperaba pasar el día de Navidad con la familia de su nueva esposa a cientos de kilómetros de distancia. Ella insistió en que trabajara en Nochebuena, a pesar de que no había trenes al día siguiente. El joven acabó pasando el día de Navidad solo en su departamento en Londres.

Nadie había pasado por algo similar al desastre de 2017 en Ryanair, que anunció que estaba cancelando cientos de vuelos debido a problemas con la lista de pilotos disponibles.

Sin embargo, las historias que escuché me hicieron preguntarme por qué no hay más investigación de gestión sobre el tema de la programación de vacaciones. Es difícil pensar en algo que puede exponer la brecha entre los concienzudos y los manipuladores tan hábilmente.

Todos con los que hablé tenían un doloroso recuerdo de haber sido engañados por colegas más astutos. Había personas que vigilaban los nuevos calendarios de vacaciones como halcones hambrientos y se adelantaban a los demás para reservar los mejores días.

Había historias sobre empleados con familias en países lejanos que insistían en tomarse todas las vacaciones de Navidad, pero que se negaban a compensarlo trabajando más en Semana Santa o en verano.

Había algunos jefes que siempre se tomaban los mejores días o que se tardaban tanto para finalizar sus planes, que sus molestos equipos siempre tenían problemas para planear sus propias vacaciones, una ofensa que yo creo que cometí la última vez que estuve a cargo del calendario de vacaciones. Las historias continuaron, pero no todas eran miserables. Algunas personas habían trabajado para jefes que comenzaban a planificar las vacaciones de la oficina con meses de anticipación. Los mejores gerentes primero pedían voluntarios dispuestos para tratar de encontrar un reparto más equitativo de las vacaciones.

Algunas empresas utilizaban aplicaciones como Google Docs que mantienen un registro transparente de quién ha trabajado, y cuándo, durante todo el año. Una persona me contó sobre una firma donde los jefes planificaban el calendario de vacaciones dos Navidades por adelantado, para que cualquiera que no había podido tomarse esos días un año estuviera seguro de triunfar el próximo. No creo que esto funcione en una oficina donde la rotación de personal es alta, pero admiro el esfuerzo.

Sin duda hay muchas estrategias inteligentes y me gustaría conocerlas. Mientras tanto, cualquiera que haya encontrado una manera segura de lidiar con los problemas de crear un calendario de vacaciones ideal para sus empleados, debe ir de inmediato a Westminster. Si pudieron descubrir cómo resolver una situación tan complicada, resolver la farsa del Brexit no sería difícil para ellos.

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