José Garcés

¿Podemos desdemonizar el lucro?

José Antonio Garcés Past president USEC

Por: José Garcés | Publicado: Viernes 31 de marzo de 2017 a las 04:00 hrs.
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Beneficio, provecho, ganancia, utilidad, rendimiento, interés, dividendo, remuneración. Con estas palabras el diccionario de sinónimos identifica al lucro. Mientras, la Real Academia Española lo define como la “ganancia o provecho que se saca de algo”. En ninguna parte el concepto se asocia con algo perjudicial; sin embargo, actualmente el sólo hecho de mencionarlo crispa el ambiente, por lo que nadie quiere ser acusado de lucrar ni mucho menos de apoyar actividades “lucrativas”. Es cierto que en algunos ámbitos, como la educación o la salud, el lucro parece contraponerse al objeto de dichos asuntos; pero en el área de la industria y los negocios, malignizarlo es un error.

Y es que el lucro ha sido demonizado, transformándose en el enemigo público número 1 de la comunidad. Razones hay, claro está. Entre ellas, ciertas actuaciones o decisiones empresariales reñidas con la ética y la moral, que han socavado el camino que conduce a él. Malas prácticas como la colusión, la evasión y elusión de impuestos, los procesos productivos que dañan el medioambiente, entre otras, que por supuesto arruinan la imagen de los empresarios y de sus compañías.

Es evidente que cualquier ganancia (lucro) obtenida por empresas que han obrado mal deliberadamente (o no) es cuestionable. Como empresarios cristianos esto nos avergüenza, nos entristece, nos hace cuestionarnos cómo y hacia dónde vamos. Nos obliga a reflexionar respecto de lo que hemos hecho para erradicar estas conductas en el mundo empresarial y de cuánto nos queda por hacer aún. A la vez, nos hace pensar en lo necesario que es quitarle la carga negativa al concepto del lucro, entendiéndolo como aquella ganancia que es obtenida mediante el trabajo honesto, respetuoso de la dignidad humana de quienes colaboran con nosotros, de nuestros clientes, proveedores y de la comunidad en general, y cuyo fin último es contribuir al bien común y a la construcción de una mejor sociedad.

Es por ello que USEC –en conjunto con el ESE Business School de la Universidad de los Andes– ha convocado al seminario “Desdemonizando el Lucro: Cómo la Empresa puede servir al Bien Común”, que se llevará a cabo el próximo martes 4 de abril en el ESE Business School, y que contará con la participación especial del destacado profesor Samuel Gregg, Director de Investigación del Acton Institute, EEUU. Se tratará de un momento de encuentro que nos permitirá reflexionar acerca de cuán necesario es el lucro para la subsistencia de las empresas, pero también cuán importante es que éste se alcance de buena manera. Porque el lucro, como tal, no puede ni debe ser entendido como algo moralmente censurable, pues implica la obtención de los capitales que cualquier negocio necesita para mantenerse y crecer. El lucro permite que la empresa se desarrolle con independencia y pueda auto sustentarse, sin requerir recursos externos para ello. El lucro en sí mismo no es el enemigo, sino la forma en la que éste se consigue, si proviene de una organización formada por personas intachables o si se debe al comportamiento inmoral de sus integrantes y a las malas prácticas asentadas en la propia empresa.

Lograr desdemonizar el lucro y hacer que la sociedad valore genuinamente el aporte de las empresas al crecimiento y al desarrollo del país, es una tarea ardua, compleja y demandante. Se trata de asumir un compromiso franco y permanente con el fin de hacer las cosas bien, de instalar un cambio de mirada en el modelo de gestión de los negocios, desde sus líderes hasta el último eslabón de la empresa. No es algo que nos caerá del cielo, muy por el contrario. Es una meta a la que sólo llegaremos trabajando con apego a la ética y ejerciendo prácticas empresariales sustentadas en sólidos valores. A eso apuntamos como Unión Social de Empresarios, Ejecutivos y Emprendedores Cristianos, a influir en los líderes de hoy y del mañana, para que pongan en el centro de su gestión el desarrollo humano de todos quienes interactúan con la empresa y respondan así a la noble vocación empresarial a la que hemos sido llamados.

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