Luis Hernán Paúl

Balance a un año de la crisis en La Polar

A estas alturas, es claro que lo ocurrido en La Polar fue un fraude gigantesco que...

Por: Luis Hernán Paúl | Publicado: Jueves 21 de junio de 2012 a las 05:00 hrs.
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A estas alturas, es claro que lo ocurrido en La Polar fue un fraude gigantesco que se mantuvo oculto por varios años, el cual ha generado severos perjuicios no sólo a los accionistas, acreedores y algunos clientes de esta empresa, sino que también en cierta medida a otras compañías, en especial a aquellas que participan en el negocio del crédito de consumo y a otras a las cuales producto de este fraude se les ha encarecido y/o limitado sus posibilidades de endeudamiento.



Dado este resultado, puede ser útil reflexionar sobre las medidas requeridas para minimizar -no eliminar, lo cual por desgracia es imposible- la eventual ocurrencia de casos similares a futuro. Para ello ciertamente se requieren medidas en diversos ámbitos. Por razones de espacio, en esta ocasión sólo abordaré aquellas que estimo son más críticas a nivel regulatorio y a nivel voluntario en las empresas para hacer funcionar mejor los gobiernos corporativos y el mercado de créditos de consumo. 
Respecto de la regulación de los gobiernos corporativos, lo fundamental es generar mayores obligaciones de control interno y aumentar las penalizaciones a los responsables directos de los fraudes empresariales. En Chile, en los últimos diez años, se ha avanzado bastante en las normas que regulan las transacciones relacionadas y el uso de información privilegiada, pero muy poco en las normas para la prevención de fraudes y la gestión de riesgos, lo cual es algo que debemos corregir.

En materia de cambios voluntarios, la clave está en los diversos mecanismos que las empresas pueden utilizar para hacer frente a los mayores niveles de control interno. En la mayoría de las compañías en Chile, la labor de control interno se centra en asegurar que la contabilidad funciona correctamente y que los estados financieros representan adecuadamente su situación financiera. Pero falta mejorar el trabajo que realizan en materia de gestión de riesgos y dar debido seguimiento al cumplimiento de leyes y normas.

Hay que tener cuidado, eso sí, que producto de estos cambios los directorios terminen exagerando el énfasis que otorgan a las labores de control -tal como ha ocurrido en Estados Unidos- y asignen menor importancia de la debida a las labores de dirección que también les cabe desarrollar, las cuales son claves para alcanzar el éxito empresarial. En realidad lo que se requiere lograr es un sano equilibrio entre ambas labores.

En el negocio de créditos de consumo, el principal tema regulatorio pendiente tiene relación con la necesidad de ampliar y mejorar la información de los deudores, para lo cual es clave el proyecto de consolidación de deudas que se viene discutiendo hace varios años. La información sobre el cumplimiento de las obligaciones de pagos de las personas es muy útil para que las empresas que ofrecen créditos puedan determinar el perfil de riesgo de los clientes y tomen mejores decisiones de otorgamiento de crédito y tasas de interés a cobrar. Asimismo, para estas empresas disponer de los niveles de deuda total de cada deudor es un paso fundamental para evitar el sobreendeudamiento. No vaya a ser que, por dejar las cosas como están, termine ocurriendo en Chile con los créditos de consumo lo que pasó en Estados Unidos con los créditos hipotecarios en la crisis subprime.

Yo fui director de La Polar por seis semanas el año 2011. Mi primer directorio lo tuve pocos días antes que se supiera de las repactaciones automáticas, cuando el fraude ya estaba totalmente consumado. En ese contexto, la principal labor que me tocó realizar fue transparentar la ocurrencia del fraude y la cuantía del impacto que se estimaba iba a tener, así como enfrentar la crisis que éste generó en la empresa. Al igual que mucha gente sufrí consecuencias, por lo cual tengo especial interés en que se haga justicia en este caso.

Finalmente, quiero desearle éxito a los directores y ejecutivos que se hicieron cargo de la empresa en julio del año pasado, los cuales han hecho un notable esfuerzo por dar vuelta La Polar.

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