Padre Hugo Tagle

Invitación a la confianza

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Por: Padre Hugo Tagle | Publicado: Lunes 30 de octubre de 2017 a las 04:00 hrs.
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Padre Hugo Tagle

mo “loro en el alambre”. La ansiedad es el síndrome enquistado en el alma moderna. Ello nos pone somnolientos, irritVivimos sobresaltados, como "loro en el alambre". La ansiedad es el síndrome enquistado en el alma moderna. Ello nos pone somnolientos, irritables, descontentos. Siempre insatisfechos. Siempre esperando "más" y las más de las veces sin saber bien qué es ese más. Estamos tan insatisfechos como hastiados del exceso. "La preocupación no elimina el dolor del mañana, sino que elimina la fuerza del hoy", reza un sabio dicho. El rumiar las preocupaciones en forma majadera no las soluciona. Solo nos roba tiempo y desgasta el alma.ables, descontentos. Siempre insatisfechos. Siempre esperando “más” y las más de las veces sin saber bien qué es ese más. Estamos tan insatisfechos como hastiados del exceso. “La preocupación no elimina el dolor del mañana, sino que elimina la fuerza del hoy”, reza un sabio dicho. El rumiar las preocupaciones en forma majadera no las soluciona. Solo nos roba tiempo y desgasta el alma.

La vida corre rápido, es un suspiro. Por lo que hay que aprovechar bien el “aquí y ahora”, conscientes y con energía. Por lo mismo, no discuta tanto, no critique tanto su cuerpo, sus cosas, su vida. No se queje tanto. Busque dormir bien. Lo suficiente. Tampoco más. No pierda el sueño por las cuentas. Si es padre, no olvide que será su mayor tarea de vida. Todo aquello que realice se encuentra subordinado a esa misión central. No se preocupe tanto en comprar lujos y comodidades para su casa, ni se mate dejándole herencia a su familia. No les faltará. Su mejor legado, por lo demás, será su buen ejemplo, entrega y disposición. Soy de la idea de que los bienes y patrimonios deben ser ganados por cada uno. Las próximas generaciones dispondrán de muchísimo más que cada uno de nosotros en nuestra niñez. Ante los problemas cultive serenidad, dominio de sí y buen humor.

Disfrute de sus paseos, conozca nuevos lugares. No guarde las copas para esa “gran ocasión”, que quizá no llegue nunca y si llega, ya habrá forma de abordarla. Rece antes de dormir, encomendándole a Dios los trajines del día. Notará que los problemas disminuyen y las alegrías aumentan.

¿Por qué no hacer esa llamada tan preparada y pensada ahora? ¿Por qué no hacer esa visita postergada hoy? ¿Por qué no perdonar ahora? Vivimos esperando esa fecha ideal, que no llega nunca. Se espera mucho para la Navidad, para el viernes, para el verano, para cuando se tenga dinero, cuando el amor llegue, cuando todo sea perfecto. No existe el todo perfecto. La vida es una constante y perpetua escuela y oportunidad de aprendizaje. Quien la aborda con conciencia de principiante, no se frustra.

Así que amemos más, perdonemos más, abracemos más, seamos más solidarios, hagamos a otros más felices. Solo así se vive más intensamente, se saca partido a la vida y se deja una huella en ella. Sería fatal pasar por este mundo y que éste no sea un poco mejor que antes de nuestro paso. Que su vida deje una buena estela. La disfrutará mejor.

Padre

Hugo Tagle

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