Primer año de gestión: simpleza y contundencia

Suele suceder que al iniciarse un nuevo gobierno, y considerando que éstos duran solo cuatro años, existe una sensación de urgencia de hacer miles y miles de cosas. Se habla de los 100 primeros días, de las 100 medidas prioritarias, de la lista de los cambios inmediatos. La experiencia muestra, sin embargo, que no siempre es ese el mejor camino para iniciar un nuevo mandato.

El país que recibirá el presidente Piñera viene de cuatro años de malas reformas, donde los chilenos rechazaron la dinámica reformista sin gradualidad ni sentido común, y que olvidaba el crecimiento como una tarea común y prioritaria. Es un país donde muchos chilenos que habían votado en el pasado por la Concertación y la Nueva Mayoría, decidieron esta vez votar por el candidato de la centro derecha.

Es un país que quiere crecimiento y trabajo, elementos centrales y condiciones necesarias para cualquier tipo de desarrollo, beneficios o política social. Es un país más diverso, con nuevos intereses y con una clase media que empuja con fuerza y que anhela con muchas ganas un mejor futuro para sus hijos. Es un país que tendrá un Congreso diferente, elegido bajo nuevas reglas, con la existencia de nuevas coaliciones, con un gobierno de minoría parlamentaria, y cuyo comportamiento aún no conocemos ni podemos predecir con certeza.

¿Cómo abordar, entonces, el primer año de gobierno del presidente Piñera? Simpleza y contundencia, esos son los elementos claves para que el gobierno logre foco en su tarea y confianza en los ciudadanos.

Tal vez el elemento que une a la enorme diversidad de votantes que adhirieron a Sebastián Piñera, es la necesidad de crecimiento, trabajo, y un país que haga cambios con moderación y sentido común.

Si eso es correcto, la tarea central del primer año es empujar el crecimiento, la creación de nuevos trabajos y el aumento de los salarios. Si el nuevo gobierno no lo logra, ¿es creíble ante la ciudadanía para abordar otras reformas mayores? A mi juicio no, y por ello debe destinar toda su energía a mostrar resultados en estos ámbitos.

Ello exige una coalición ordenada y responsable, que entienda que se debe priorizar para avanzar y que no podrá resolver todos los problemas de la ciudadanía de forma inmediata, pero sí puede sentar las bases para un progreso sólido y sostenido que permita un mayor bienestar de los chilenos y la consolidación de una coalición de centro derecha que sea una mayoría relevante en el país.

En materia de comunicación y vinculación con la opinión pública, se requiere una comunicación simple y directa que permita explicar a la ciudadanía el por qué del camino elegido. De esta forma, además, se hacen explícitas las metas del primer año de gobierno en materia de crecimiento, empleo y salarios, siendo el propio gobierno el que define sus metas y las expone ante la opinión pública.

En estos momentos, Chile Vamos y el presidente electo se encuentran en la elaboración de las listas de nombres para integrar el gabinete y el equipo que acompañará al presidente en su primera etapa de gobierno. Tener claras las prioridades y elegir un equipo adecuado para ello es fundamentales para el éxito. Simpleza y contundencia, palabras clave para el primer año de gobierno.