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Se busca presidente: requisitos mínimos

Jaime Iglesis Director Ejecutivo Patagon Land

Por: Jaime Iglesis | Publicado: Viernes 21 de julio de 2017 a las 04:00 hrs.
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Debates van, debates vienen. Nos encontramos en un punto crucial de definiciones políticas, donde la movilidad, la seguridad, mercados financieros, normativas, patrimonio e identidad, ciudadanía, gobernanza y medio ambiente, se toman las distintas plataformas mediáticas y plantean una serie de escenarios posibles. Y así como la discusión ya está muy instalada en la banca, ahora es trascendental preguntarnos cuáles son los requerimientos mínimos que debemos exigir a nuestros candidatos, si buscamos que Chile avance hacia el desarrollo.

Lo primero es estar completamente informados. A la ciudadanía –por más sincero que pueda parecer- no le sirve un candidato que afirme no conocer todos los temas con precisión. Luego, ese conocimiento debe traducirse en la entrega del diseño de las acciones que llevaría adelante de ser presidente, para abordar cada uno de los puntos antes mencionados. Y cuando decimos diseño, nos referimos a la arquitectura de la propuesta, no a la promesa. Así, tanto las personas como el Congreso podrán –en el buen sentido– pasar la cuenta y hacer seguimiento de su concreción. E incluso, más que con un ánimo meramente fiscalizador, con el de legitimar su gobierno y aumentar la confianza pública en la forma de hacer política, disminuyendo el descontento social y sumando papeletas en las urnas.

Ese presidente debe gobernar para todo Chile, pero también ser coherente con el sector político que contribuyó a sentarlo en La Moneda, ya que desde ahí podrá obtener las mayorías en el Congreso. Por otra parte, debe ser capaz de apoyarse en instituciones académicas, centros de pensamiento, ONGs y organizaciones de la sociedad civil. Esto le permitirá diseñar políticas públicas que estén en sintonía con la gente, que resuelvan sus problemas cotidianos, que abran espacio al diálogo y la convivencia respetuosa. Lo ideal es que también evite cualquier situación éticamente cuestionable, antes y durante su gobierno. Cualquier jugada gris suya o de algún familiar cercano con alguna cuota de poder, puede costar toda su credibilidad. Debe tener una mirada puesta en el concierto global en que está Chile. Tener la altura necesaria para mostrar al país y determinar su rol real en las organizaciones internacionales, y blindar a la economía para enfrentar la evolución al mediano y largo plazo del intercambio global de bienes, servicios y materias primas.

Y lo más importante es que tenga una visión clara de hacia dónde quiere ir y cómo lograr ese objetivo. Plantear claramente cuál va a ser su legado, generando expectativas que realmente pueda cumplir y generando además un recambio en los actores, que permitan avanzar hacia una transición económica y política real. Eso es lo mínimo.

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