Columnistas

Sufragio

Padre Raúl Hasbún

Por: Padre Raúl Hasbún | Publicado: Viernes 21 de octubre de 2016 a las 04:00 hrs.
  • T+
  • T-

Compartir

Su etimología parece referida al hecho de soportar un objeto frágil y quebradizo. De ahí que sufragar sea sinónimo de ayudar, favorecer, y también costear, hacerse cargo de los gastos y deudas de alguien que sin esta ayuda podría quebrar. Por razones ignotas, sufragio se equipara a voto, que es la expresión pública o secreta de una preferencia ante opciones. Adicionalmente, el voto tiene un significado religioso, como ruego que pide a Dios una gracia, o como promesa hecha a Dios con juramento, o como consagración de una persona a Dios en obediencia, pobreza y castidad.

Nuestro Himno Nacional, que ensalza nuestros campos floridos como copia feliz del Edén, y reconoce nuestra majestuosa, blanca montaña como baluarte dado por el Señor, insta a la dulce Patria a recibir los votos con que Chile, en sus aras (es decir, altares) juró (es decir, invocó el nombre de Dios como garante) ser la tumba de los libres, o el asilo contra la opresión. Algo habrán intuido, sus inspirados compositores, sobre la relación íntima del voto con personas divinas y valores sagrados, hasta el punto de vincularlo con la intrépida defensa de la libertad hasta dar la vida por ella. Algo que sus fervorosos cantantes también parecen comprender, a juzgar por el misticismo -rayano en el éxtasis- con que corean esa parte de los votos, altares y juramento de libertad o muerte.

Lo más leído