Editorial

Alcances de un posible acuerdo nacional

  • T+
  • T-

Compartir

Imagen foto_00000002

l Presidente Piñera ha convocado a los distintos sectores políticos a consensuar un Acuerdo Nacional (AN) para enfrentar con sentido de unidad los efectos de la pandemia en el plano sanitario, económico y social. Ha tenido una buena recepción y se conformarán mesas de trabajo con parlamentarios y equipos técnicos tanto oficialistas como de oposición.

Imagen foto_00000001

El desafío económico es de proporciones, pues no solo habrá que consensuar fórmulas para llegar con rapidez y eficacia a los más afectados por la crisis —procurando a la vez proteger los puestos de trabajo y el funcionamiento de la cadena productiva del país—, sino también buscar acuerdos para reimpulsar la economía una vez superada esta fase crítica.

Hasta ahora no parece haber ningún grupo opuesto a la idea de destinar más recursos públicos para abordar los efectos de esta pandemia. Las diferencias observadas –legítimas, por lo demás- se refieren a la conveniencia de comprometer de antemano un determinado volumen de fondos, habiendo el Gobierno optado hasta la fecha por avanzar en forma gradual, según las circunstancias que se vayan presentando. Sí se observa un acuerdo bastante amplio en la necesidad de acotar los beneficios a un período transitorio, considerando que compromisos fiscales de esta naturaleza no son sostenibles en el tiempo.

Puede dificultar un AN lo relativo a las medidas de reactivación para la etapa que viene, por cuanto las presiones que van a ejercer los grupos de oposición por una mayor participación del Estado en la economía y un aumento permanente en el gasto público van a chocar con las visiones que privilegian las políticas de oferta, orientadas a crear condiciones para facilitar el despliegue del sector privado y del empleo. Con todo, hay espacios de convergencia en los que, con buena voluntad, se puede avanzar.

Lo que ineludiblemente debe incluir un AN es un genuino compromiso por erradicar –no sólo condenar- las acciones de grupos violentistas que trastocan y ponen en peligro la vida cotidiana, y que siguen todavía latentes. Sin esto, cualquier cosa que se acuerde arriesga ser letra muerta.

Lo más leído