La innovación financiera FinTech: un paso pendiente

l gobierno ha comprometido para este año el envío al Congreso de un proyecto de ley para regular la revolucionaria industria de la tecnología financiera (Fintech). Pese a que el gremio que agrupa a esas empresas en Chile estima en 27% el crecimiento del sector en 2019, lo cierto es que nuestro país capturó sólo el 0,34% de los US$ 2.659 millones invertidos el año pasado en América Latina en ese rubro. Si bien en ello juegan un rol importante las dinámicas de escala —los líderes regionales son Brasil y México—, el ecosistema nacional necesita el impulso de una regulación adaptada a la rapidez e intensidad de los cambios en la industria financiera de la cuarta revolución industrial.

Para calibrar el impacto de corto y mediano plazo de esta actividad sirve tener a la vista un reciente análisis prospectivo del Financial Times, según el cual China —que ya es una de las economías más digitalizadas del orbe— podría reinventar las finanzas a nivel mundial durante esta década a partir de nuevas plataformas tecnológicas como las que ya son comunes en ese país. Ese tipo de innovaciones en los sistemas de pago, por ejemplo —desde las billeteras electrónicas a aplicaciones de mensajería y juegos, entre otros— son de una cotidianeidad muy distinta a la aún incipiente penetración que puede observarse en Chile.

Para abonar el terreno es bueno despejar dudas como las que se han planteado desde el gremio FinTech sobre las tarifas aplicables por las marcas de tarjetas en el nuevo modelo de cuatro partes del sistema de medios de pagos. Si en efecto, como alegan, resultan más altas que las actuales, ello en buena medida derrotaría el propósito de adoptar dicho sistema, que es hacerlo más competitivo (entre sus actores) e inclusivo (para los consumidores).

Se entiende que las prioridades legislativas han cambiado en estos meses, pero es preciso actualizar normas que frenan a industrias emergentes de gran potencial.