Editorial

Situación hídrica por prolongada sequía

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La gravedad de la severa y prolongada sequía que se resiste a abandonar en pleno invierno a buena parte del territorio nacional ha quedado ahora claramente graficada en las palabras del presidente de Aguas Andinas, la empresa que asegura el suministro para más de 6 millones de personas en la Región Metropolitana: “La cuenca del Mapocho está colapsada, está seca”. De no haber sido por una batería de inversiones desplegadas por la compañía, Santiago, en vez de tener asegurado el suministro hasta el invierno de 2016, hoy estaría con restricción de agua.

Se trata de una situación climática que cada día preocupa más y que tiene alarmados a miles de agricultores y ganaderos que especialmente en la zona centro-norte del país, pero también central, ya sufren pérdidas de cultivos y ganados.

Aunque los pronósticos meteorológicos siguen hablando de que el fenómeno de El Niño es una realidad sobre las aguas del Pacífico, no hay duda que la sequía en Chile es un problema de una dureza no vista en décadas y que de concretarse de todos modos las lluvias que se anticipan para las próximas semanas, el secamiento de la zona central ya se ha instalado y debe ser atacado con firmeza desde ese diagnóstico.

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