A innovación: ¿qué conservar?
Pier-Paolo Zaccarelli presidente Cámara Regional del Comercio de ValparaísoL
Este mundo nos está mostrando a diario lo relevante que es innovar para mantenerse en él de forma satisfactoria, y con ello nos desafía a entender bien qué es innovar.
En su significado más simple, podemos decir que innovar es crear algo nuevo, algo que sea apreciado por el mercado y que pueda materializarse en una transacción por su valor.
Otra mirada de la innovación tiene relación con lo que queremos conservar, ya que en base a ello, podemos modificar lo no conservado, tenemos que hacernos cargo de lo que escogemos conservar y cambiar. De esta forma la transformación no rompe con la historia, porque los cambios son en torno a algo que se conserva.
Lo que sí está claro es que la innovación dinámica es un proceso que requiere de sistematización y cumplimiento de etapas sucesivas y continuas, que se inician en el buen diagnóstico de los desafíos, para luego pasar a las etapas de ideación, incubación, comunicación efectiva, “prototipado” e implementación. Todo fundado en la participación y colaboración de los interesados.
Esto, que parece fácil de entender, no pareciera haberse aplicado adecuadamente en las transformaciones de las políticas públicas que hemos vivido en los últimos dos años, porque partieron de un diagnóstico errado, que se refleja en la famosa metáfora de la “retroexcavadora”.
Esto lo han demostrado diversos estudios, como el reciente Informe de Desarrollo Humano 2016 del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y su análisis comparado, donde se observa que las personas quieren conservar los logros meritoriamente alcanzados, expresado en la búsqueda de seguridad respecto de que lo logrado no se pierda. Si además las siguientes etapas del proceso de innovación se ejecutan deficientemente, como hemos observado, tendremos los resultados que estamos viviendo, una sociedad disconforme con las reformas estructurales, con una economía creciendo a su menor tasa desde el 2009, y un ambiente de desconfianza generalizado que paraliza e incomoda a las personas, con sus efectos en la calidad de vida.
Por lo tanto, debemos desarrollar un proceso innovador que cumpla con mantener lo que queremos conservar y cambiar aquello que irá en beneficio de todas las personas, mediante el apoyo colectivo al esfuerzo individual, con libertad, dignidad y respeto para todos.