Click acá para ir directamente al contenido
Columnistas

Autoritarismo, antítesis del liderazgo

Dr. Jaime Riquelme, profesor de liderazgo en CDG-Unegocios de la Universidad de Chile

Por: Equipo DF

Publicado: Martes 27 de diciembre de 2016 a las 04:00 hrs.

Este fin de año hemos evidenciado cómo el autoritarismo avanza y el liderazgo retrocede con la cola entre las piernas. Un diputado manda “a la cresta” al ministro de Justicia y este último declara tener “las bolas” del director de Gendarmería sobre su escritorio. Ambas son relaciones de autoridad que la descalificación y la vulgaridad, frente a quien rinde cuentas, transforman en autoritarismo. Este mal de todos los males galopa a rienda suelta en las instituciones públicas y también privadas. Las redes sociales son un campo en el que se manifiesta impunemente y nos hace pensar que la mayoría de los chilenos nos comportamos de la misma manera cuando estamos en una posición de dirección. Creer que la autoridad tiene la razón por el solo hecho de ser la autoridad y que el subalterno está equivocado por el solo hecho de ser el subalterno es un gran problema de liderazgo que está presente en toda nuestra sociedad.

Estudios científicos describen el liderazgo chileno como el modelo de “La Hacienda” (Rodríguez y Ríos, 2009). La autoridad subestima el desempeño del subalterno, evitando la delegación de tareas importantes, exigiendo a cambio una lealtad mal entendida y provocando una falta de iniciativa que resulta en un bajo desempeño organizacional. Si el subalterno no se alinea con la autoridad es un desleal y merece una descarga emocional. Este modelo inhibe el liderazgo y el alto desempeño en nuestra sociedad.

Gabriel Boric y Jaime Campos son una muestra actual de los “patrones de fundo” en Chile, particularmente en la política. El primero manda a “la cresta” a quien interpreta la realidad de manera diferente y el segundo devela su capacidad de castrar “las bolas” de una alta autoridad subalterna. Es difícil pensar distinto y tomar la iniciativa teniendo que rendirle cuenta a estas autoridades. Estos comportamientos están generalizados en las organizaciones chilenas y es muy probable que todos recordemos vivencias personales con facilidad. Por supuesto, sólo aquellas en las que hemos sido víctimas y no victimarios.

Es imprescindible que se acorte la rienda a la autoridad en cuanto a la manera como se relaciona con quien le rinde cuentas. Mientras ésta actúe impunemente nuestras organizaciones públicas y privadas mantendrán un bajo desempeño, impidiendo que alcancemos los niveles de bienestar que como país aspiramos. Por supuesto, es importante que aprendamos como sociedad que en democracia, venga de donde venga, el autoritarismo es la antítesis del liderazgo.

Te recomendamos