A 80 días de su llegada a La Moneda, el presidente electo José Antonio Kast comienza a delinear los contornos políticos de su futura administración. Uno de los movimientos más llamativos ha sido el acercamiento con el expresidente Eduardo Frei Ruiz-Tagle, una señal que ha reconfigurado el tablero político y tensionado a la centroizquierda tradicional.
El primer gesto se produjo tres semanas antes del balotaje, cuando el histórico líder de la Democracia Cristiana recibió en su residencia al entonces candidato republicano para sostener una conversación privada sobre el futuro del país. El encuentro —inédito hasta entonces— marcó un punto de inflexión en la campaña de Kast y fue leído como una señal de transversalidad política en un momento decisivo.
El episodio tuvo efectos inmediatos. En el comando de Jeannette Jara fue considerado un golpe estratégico, mientras que en la DC desató una ola de críticas internas que terminó con la suspensión de la militancia de Frei. Lejos de enfriar el vínculo, sin embargo, los contactos entre ambos se han intensificado tras la elección presidencial.
Luego de su victoria el domingo pasado, Kast profundizó el gesto político. Este viernes, el presidente electo aterrizó en la residencia del exmandatario a las 16:15 hrs para profundizar su alianza. Llegó acompañado por la futura primera dama, María Pía Adriasola, Cristián Valenzuela y su equipo de comunicaciones.
Los detalles de la reunión
Tras una hora y media de reunión, Eduardo Frei salió a comentar la conversación, que calificó como “amena” y “familiar”.
“Como exPresidente siempre he trabajado por Chile. He trabajado y ayudado a todos los gobiernos para impulsar el crecimiento y desarrollo, especialmente en el extranjero, en tantas misiones. Por lo mismo, siempre estoy dispuesto a colaborar en el progreso de Chile y su tranquilidad”, manifestó.
Frei apuntó a que la razón de la visita de Kast es para buscar en conjunto “los grandes acuerdos que van a posibilitar que Chile sea grande”.
Por su parte, José Antonio Kast destacó que durante las próximas semanas hará una “transición republicana en el amplio sentido de la palabra”.
“Por lo mismo, agradezco tanto al presidente Frei que nos haya recibido con ese concepto de cómo volvemos a que Chile sea un país donde todos tengamos un espacio, un país grande que necesita ser reconocido de nuevo en el mundo como seguro, tranquilo, donde las inversiones lleguen”, señaló.
Bajo la mirada del republicano, si hay una persona que encarna la misión para atraer inversionistas es justamente Eduardo Frei. “Ha hecho mucho por Chile en temas de traer inversión, e inversión es trabajo y calidad de vida”, dijo.
El rol de Frei
Todavía es una incógnita el papel que jugará el expresidente en el gobierno de José Antonio Kast. Sin embargo, es innegable la activa presencia que ha tenido como representante internacional en la última década. Específicamente, entre 2014 y 2022, desempeñó un papel relevante en las relaciones entre Chile y Asia, labor que se vio interrumpida tras la llegada del gobierno del Boric.
Más allá de las especulaciones, el eventual apoyo de Eduardo Frei al próximo gobierno no sería un movimiento improvisado y causa altas expectativas.
El exministro de Relaciones Exteriores, Hernán Felipe Errázuriz, aseveró: “ningún chileno puede abrir más puertas que Eduardo Frei en el extranjero. Como ningún otro es respetado por su trayectoria e integridad conoce los mercados internacionales. Es un activo que ningún gobierno podría prescindir”.
Asimismo, el excanciller Teodoro Ribera destacó el posible papel que podría desempeñar.
“Eduardo Frei Ruiz-Tagle no solamente es un expresidente, es un estadista en términos de perspectivas históricas. Él no sólo mira en el corto plazo, sino que tiene una visión a futuro. Es una persona tremendamente valorada en el mundo, sobre todo en países como China e India. El expresidente Frei goza de un aprecio tan alto que, al viajar con él, se evidencia una prerrogativa mucho más notable en el extranjero que la que se le otorga a los exmandatarios en Chile”, expresó.
La transversalidad de Eduardo Frei ha sido un activo en política exterior. Durante el segundo mandato de Sebastián Piñera (2018-2022) se consolidó como una figura clave en las relaciones internacionales, manteniéndose como Embajador en Misión Especial para el Asia-Pacífico, cargo que había asumido en 2014 bajo la segunda administración de Michelle Bachelet.
Desde esa posición encabezó delegaciones público-privadas a mercados clave como China, India y Japón, con foco en el fortalecimiento de los lazos comerciales, la atracción de inversiones y la proyección de Chile en el sudeste asiático.
Paralelamente, fue un asesor recurrente en temas de Estado, participando en reuniones convocadas por Piñera junto a otros exmandatarios para abordar asuntos de soberanía nacional, en particular los relacionados con los fallos de la Corte Internacional de Justicia de La Haya. En los primeros meses de ese gobierno, además, Frei manifestó públicamente su disposición a colaborar con el Ejecutivo en materias de gobernabilidad y políticas de largo plazo.
Pese a haber sido rivales en la elección presidencial de 2009, Frei y Piñera mantuvieron con los años una relación de “amistad cívica”, sustentada en el respeto mutuo y en la histórica cercanía entre ambas familias. Esa convergencia volvió a quedar de manifiesto en 2024, cuando Frei se incorporó al Grupo Libertad y Democracia, foro regional de líderes políticos fundado por el propio Piñera.
En ese contexto, no resulta extraño que hoy su nombre circule nuevamente como una carta viable para el próximo gobierno. Entre las alternativas que se barajan figuran una eventual llegada a la Cancillería, un nombramiento como embajador en China o la reactivación de su rol como enviado especial para Asia-Pacífico.
“Tenemos que lograr que él recupere su calidad de embajador plenipotenciario, o una especie de embajador extraordinario como representante de Chile en diversas instancias. Es importante que una figura como Eduardo Frei esté preocupada de potenciar las relaciones con el Asia Pacífico. Es una ganancia para Chile y tenemos que estar profundamente agradecidos si Frei decide retomar un rol más activo en la apertura de los mercados internacionales, tal como lo hizo él en los años 90”, dijo Ribera.
A inicios de diciembre, Eduardo Frei viajó a China para conmemorar los 20 años del acuerdo bilateral entre ambos países. En esa instancia, el expresidente indicó que se debe mirar el futuro del vínculo en función de lo que está sucediendo actualmente en el mundo.
En los próximos días los ojos estarán puestos en el rol que podría ocupar el expresidente, y en lo beneficiosa que puede ser esta alianza para el futuro presidente. 
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