Aprendizajes liderando y formando nuevos líderes

Carolina Sepúlveda R., head of UX en 2Brains y cofundadora de +Mujeres en UX

A propósito del debate de las cuotas en alta dirección quiero compartir con ustedes algunos aprendizajes personales sobre el liderazgo en un momento en que muchas profesionales deben asumir una posición de mayor responsabilidad al frente de un equipo (y formando a nuevos líderes).

Como la vida misma, el ejercicio del liderazgo no me ha sido lineal ni falto de accidentes, todo lo contrario. Lo primero que entendí de golpe, es que liderar es un camino solitario, suma porrazos, iniciativas fallidas y conversaciones incómodas. Pero, a la larga, implica grandes aprendizajes. El primero fue tomar conciencia de que la mayoría de las veces no se tiene la razón. Para tomar decisiones necesitamos la visión del equipo, de los líderes y otros directores. Mientras más perspectivas tengamos de un mismo asunto, más información tendremos para identificar el camino a recorrer.

En línea con lo anterior, si trabajas en equipo se requiere escuchar más, hablar menos y buscar espacios de reflexión. Prestar atención es fácil, pero para encontrar valor en lo que compartimos en cada conversación, necesitamos tiempo y debemos tener un rol más de facilitadores que de dueños y dueñas de la conversación.

Puede ser tentador lograr cierto protagonismo,  pero para empoderar a los nuevos líderes, es importante no sólo delegar tareas, sino que también que sean protagonistas de los espacios de visibilización de su trabajo y experiencia, con clientes, internamente dentro de la organización, con sus pares y equipos.

Algunas veces los y las líderes no estarán de acuerdo en decisiones que se definan organizacionalmente, es normal y está bien. Probablemente no podamos estar de acuerdo en todo, pero lo importante es gestionar espacios seguros donde tener conversaciones sinceras, para lograr convicción y estar alineados a la estrategia de la organización.

Ante la posibilidad de error, hay que confiar en el criterio de los demás y estar dispuestos a que se equivoquen sin reproche. Y, si se produce el fallo, animar a tomar lecciones aprendidas, mejorar en la próxima decisión, aumentando la independencia y autonomía.

La inmediatez comunicacional es un punto muy importante, he podido comprobar que mientras más información entreguemos a los líderes, más autonomía y poder de gestión tienen. Si hay algo importante que comunicar, no espero a nuestra siguiente reunión y entrego la información de inmediato, mientras antes pases la información, antes suceden las cosas y se levantan alertas a resolver.

Por último (y no por eso lo menos importante) , conocernos más allá de lo laboral. Todos somos personas con problemas, historias y recuerdos. Mientras más conozcamos de nosotros mismos y compartamos eso con otros líderes y con nuestros equipos, más genuino será cada vez que compartamos juntos fracasos y celebraciones. Regalémonos este espacio para fortalecer lazos para construir la confianza entre las personas del equipo, más allá del respeto y admiración profesional.