Como investigador visitante en el Instituto Hoover de la Universidad de Stanford, el extimonel de la UDI no se encuentra ajeno a los desafíos del gobierno de Sebastián Piñera y se da tiempo para mirar con más perspectiva el país y constatar que “estábamos en un ciclo político muy polarizado”. Así, destaca, “tener la oportunidad de detenerse a mirar lo que está pasando en el mundo y pensar en el futuro de Chile es algo único. Además, poder hacerlo en un lugar como Silicon Valley -donde se están liderando muchas de las innovaciones y tecnologías disruptivas- es algo que estoy aprovechando al máximo”.
- ¿Cómo califica el inicio del gobierno de Sebastián Piñera?
- Muy positivo. Recuperación de la confianza, predictibilidad, énfasis en recuperar el crecimiento y el empleo, y búsqueda de acuerdos en temas como seguridad e infancia. Se nota que la centroderecha ha ganado experiencia de ser gobierno. Se observan liderazgos más maduros y una agenda ordenada, que valora la política, y que busca conectar con esa ciudadanía mayoritaria que no está polarizada como muchos pensaban, sino necesitada de respuestas para mejorar su vida en materia de empleo, sueldos, seguridad, salud y educación. Uno de los desafíos centrales es mantener claridad en las prioridades, y no desviarse de ello por las urgencias que imponga la agenda pública contingente. A los gobiernos les toca enfrentar muchos problemas y desafíos fuera de lo esperado, pero lo central es mantener el foco en aquello que hizo que Chile Vamos fuera elegido: recuperar el crecimiento, mejorar trabajos y sueldos, y hacer reformas graduales pero sólidas para enfrentar problemas como la delincuencia, en infancia, atención en salud pública, las pensiones y calidad en educación.
- ¿Cómo afectan las salidas de libreto como las del ministro Gerardo Varela a ese buen desempeño?
- En el balance de los aciertos y desaciertos, sin duda, los aciertos son muchos más. Lo que el gobierno tiene que hacer cuando hay desaciertos, es enmendar; y eso se ha hecho de buena manera en la mayor parte de los casos.
El ministro Varela está ganando experiencia, creo que en las próximas semanas eso se notará, tengo confianza que la agenda educacional del presidente Piñera y de Chile Vamos tiene tanta fuerza que logrará imponerse más allá de los errores que se puedan hacer al emitir planteamientos, es parte del proceso de aprendizaje.
- ¿Piñera pudo nombrar otro embajador en Argentina y no a su hermano para evitar críticas de nepotismo?
- Pablo Piñera es una persona que tiene todas las capacidades, la experiencia y la vocación de servicio público demostrada en distintos roles y áreas. Sin embargo, por una cuestión de prudencia -en mi opinión-, no fue la mejor decisión.
-¿El gobierno se compró un problema al abordar la identidad de género que no estaba en las prioridades de su programa?
- Creo que no, pero aún este tema está en desarrollo. Hay oportunidades en que ciertos temas entran a la contingencia con fuerza acelerados con eventos que están sucediendo en el país. En esos casos, los gobiernos tienen que elegir entre ser observadores o conductores del debate. El gobierno eligió darle conducción al tema para zanjarlo, buscando un camino intermedio entre las distintas visiones, que refleje una posición moderada entre las percepciones de la ciudadanía.
- ¿En qué bloque debe concentrarse el gobierno para lograr acuerdos considerando que no tiene mayorías en el congreso? ¿La DC puede ser el aliado que necesita?
- Creo que existirán distintas mayorías para distintos proyectos. No creo que exista un solo partido o bloque con el cual se llegue a acuerdos en todos los proyectos. Es muy temprano para pensar en una reorganización de los bloques políticos. Pienso que la creación de estas comisiones para acuerdo sumado a una agenda de buenos proyectos para la clase media en materia de crecimiento y empleo, pueden avanzar hacia un apoyo que no se limite a un grupo o sector de la oposición, sino a algo más amplio.
- ¿Es posible que se genere un bloqueo legislativo de la oposición debido a la composición del Congreso?
- Siempre es posible, pero el gobierno ha demostrado talento para elegir la agenda. Lo importante es que el país avance y progrese, y que la agenda de proyectos de ley que se envíe al Congreso convoque a muchos.
Por eso, insisto que el gobierno debe mantenerse fiel a sus prioridades de crecimiento, trabajo y reformas graduales pero sólidas. Si esa es la agenda, es más difícil para la oposición bloquearla.
- ¿Nos encontramos con un gobierno de centro derecha cuatro años o de ocho años?
- Una de las cosas que aprendimos en el gobierno anterior es la importancia de la humildad y prudencia, y la relevancia de la política y la comunicación, más allá de los números.
Me parece bien tener en mente que los cambios que queremos hacer en Chile requieren más de un gobierno, pero tenemos que gobernar bien hoy para que eso se dé. El gobierno necesita demostrar resultados en su primer año de gobierno para lograr proyectar confianza en la ciudadanía para el segundo año y los siguientes.
Pensar más allá es demasiado largo plazo, y depende además de los liderazgos que se proyecten, no sólo de la gestión del gobierno.
- El tomar ideas más progresistas en RN ha implicado un distanciamiento con sus pares UDI…
- A la distancia, no tengo esa percepción tan nítida. Creo que con la incorporación de un sistema proporcional en el Congreso ha empezado un camino de fragmentación y búsqueda de “nichos”, donde todos los partidos buscan espacio.
En la derecha lo están haciendo la UDI, RN, Evópoli e, incluso José Antonio Kast, con su nuevo movimiento. Estamos en un proceso de transición en el cual los partidos están pasando de tener plataformas políticas amplias a representar ideas o sectores más específicos. No creo que sea la mejor noticia porque hace más difícil alcanzar acuerdos, pero es algo que va a pasar y los partidos deben tomar opción.
Para la UDI el desafío es muy grande, porque siempre logró representar una base muy amplia, que incluía a conservadores en lo valórico y liberales en lo económico-institucional; y ahora estamos pasando a un esquema más de nichos.
"Tenemos que preguntarnos si la regla fiscal está sirviendo"
- ¿Hasta qué punto la pugna comercial China-EE.UU. nos puede afectar?
- El Presidente Trump es muy impredecible. Lo que sí tengo claro es que si este tema continúa, para una economía abierta como la chilena, las consecuencias serían negativas y el sesgo sería hacia la baja.
- ¿Qué le parece la corrección hecha al déficit fiscal entregado por la gestión anterior?
- Muy mal. De tener una regla que era pilar de la estabilidad de las decisiones fiscales, pasamos a tener una adaptable a las circunstancias. Tenemos que preguntarnos si la regla está sirviendo, si cada vez hay más tendencia a incumplirla o modificar los parámetros para lograr una mejor presentación. La discusión más de fondo es si creemos que se debe mantener la regla o no, o si hay que gastar más allá de lo que habíamos acordado. Pienso que la regla fiscal es importante, y cada peso público debe gastarse con prudencia, y pensando en el largo plazo.
- ¿Qué medidas económicas se deben tomar para asegurar el crecimiento?
- En el primer gobierno de nuestro sector nuestra agenda microeconómica tuvo menos visibilidad que lo deseado. Ahora, con más experiencia, se ha elaborado un programa más sólido. Lo primero es remover todas las barreras posibles para facilitar la inversión, tanto a nivel de grandes proyectos como en pequeños emprendimientos. Todo lo que se pueda hacer para facilitar la inversión y emprendimiento es clave.
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