Los planes del centro francés Inria para convertir a Chile en polo regional de TIC

Por Karen Ríos



Fueron casi dos años de trabajo, reuniones y reiteradas visitas de sus autoridades a Chile los que pavimentaron el camino para que el centro fránces Inria, especialista mundial en tecnologías de la información y comunicación (TIC), finalmente pudiera cumplir con su objetivo de instalar una sede en el país.

“Inria quiere desarrollar en Chile un centro asociado con universidades nacionales para la I+D en TIC que son prioridades para el país. La idea es aplicar estas tecnologías en dominios industriales como energía, telecomunicaciones y recursos naturales”, explica Michel Cosnard, presidente y CEO del centro de investigación francés.

La iniciativa, que será cofinanciada por InnovaChile de Corfo, gracias al Programa de Atracción de Centros de Excelencia Internacional para la Competitividad, pretende invertir unos US$ 4,5 millones entre sus dos a tres primeros años en el país.

El calendario de actividades parte en enero de 2012, fecha en que Inria comenzará la instalación de Ciric (Communication and Information Research and Innovation Center), establecimiento desde donde se concentrará todo el trabajo.

“El centro que se está pensando para Chile no se parece a ninguno de los otros que ya tiene Inria en otra parte del mundo. Por eso se llamará “Ciric” y no Inria, porque quieren que sea un proyecto distinto donde serán socios con las universidades chilenas para crear en el país un ente referente regional en materia de TIC”, destaca José Miguel Piquer, académico del Depto. de Ciencias de la Computación de la Universidad de Chile y futuro director de I+D de Ciric.



Creación de entorno


En este proyecto son seis las universidades que serán cofundadoras del centro (U. de Chile, U. Católica, UAI, U. de Valparaíso, UCV y 
U. Técnica Federico Santa María) y tres que actuarán como co-ejecutoras (U. Diego Portales, U. de la Frontera de Temuco y U. de Concepción).

“La idea es conducir proyectos en conjunto, con un equipo conformado por gente del Inria como de las universidades, para desarrollar y fomentar la innovación y transferencia tecnológica, ya sea extendiendo las actividades ya existentes o a través de la creación de nuevas empresas”, explica Cosnard.

En este proceso, el centro Ciric operará de dos maneras. La primera será encontrar las nuevas tecnologías y desarrollarlas y, la segunda, el proceso de incubación de dichos proyectos de negocios (que puede ser más corto que lo tradicional). Es más, en un inicio, el centro operaría con unos 20 investigadores full time con el objetivo de crear una empresa por año, para llegar a tres o cuatro en los primeros tres años.

Cosnard añade que también hay mucho interés en trabajar con los equipos que existen fuera de Chile porque este mismo centro ya tiene conexiones con Argentina y Uruguay.

“Existe la intención del centro de atraer a estudiantes o jóvenes ingenieros extranjeros para que trabajen acá y en el largo plazo, utilizando la experiencia que adquiriremos en Chile, crear un centro similar en otro lugar de Sudamérica”, adelanta.