Santiago no sólo se alineó con los mercados internacionales, sino que además, vivió su peor semana en casi tres años. Los motivos son los mismos que afectaron a casi todos los mercados del mundo: la crisis de confianza sobre la salud de la economía de EEUU y el temor a una propagación de la crisis de deuda en Europa.
En una sesión en la que prácticamente pasó desapercibido el dato de empleo en EEUU, lo que suponía un alivio tras una semana con sucesivos y negativos datos 'macro', el IPSA cerró con una baja de 1,84%. Con este resultado, el selectivo se despidió de la semana con una debacle de 8,13%.
El IPSA se ubicó en los 4.066 puntos, su nivel más bajo desde julio de 2010.
Vale la pena recordar qye el índice que mide la variación de las 40 empresas más importantes del mercado local llegó a caer más de un 3% en la sesión y estuvo a punto de perder la barrera sicológica de los 4.000 puntos.
"Se marcó una tendencia bajista bien profunda que no se ha detenido, y en el corto plazo no vemos que haya un factor que pueda hacerlo tampoco. El ajuste de proyecciones de crecimiento a nivel mundial ha provocado una huida generalizada", dijo a Reuters la analista de Tanner, Elizabeth Palma.
Un desempeño igual de poco alentador registró el indicador general IGPA, que terminó la rueda con un retroceso de 1,71% alcanzando los 19.541,93 puntos, caída que sumada a la del resto de los días de la semana acumuló un descenso de 7,67%.
Negra fue también la semana para el índice Inter 10 que acumuló una baja de 7,90% al cierre de la semana. Sólo en la jornada de hoy sufrió con una contracción de 1,88% llegando a las 5.060,77 unidades.
El panorama internacional no fue mejor que el local, el S&P 500 de EEUU acumuló un retroceso de 7,19% durante la primera semana del mes de agosto.
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