La apuesta de los expertos para la participación en el plebiscito de este domingo

Además de su resultado, una de las incógnitas respecto del plebiscito de este domingo, que decidirá si habrá o no nueva Constitución, es respecto a la participación del proceso.

A modo de referencia, en la última elección, la de la segunda vuelta presidencial de diciembre 2017, se contaron 7.011.558 votos, lo que representó un 49% del total de inscritos, según estadísticas contenidas en el sitio web del Servicio Electoral (Servel).

¿Qué esperan los expertos de la participación de este proceso?

Gloria de la Fuente: "El piso es la elección presidencial"

La directora de Fundación Chile 21, Gloria de la Fuente, apunta que dar una estimación concreta respecto a la participación del plebiscito es muy complejo, ya que se da en un marco inédito.

"Este es el primer plebiscito que ocurre en democracia. El antecedente inmediatamente anterior es el plebiscito del año 88, pero en condiciones muy distintas. Lo otro es que estamos en medio de una pandemia y una situación sanitaria dada las características del Covid-19, por lo que no sabemos si las medidas que se han tomado han infundido o no confianza en la población para ir a votar. Por último, es un escenario incierto, porque el plebiscito determinará lo que viene para las próximas décadas para el país", dijo.

Pese a ello, la politóloga espera que el mínimo de participación sea la última elección presidencial.

"Los procesos electorales de relevancia generalmente son los presidenciales, entonces creo que esta va a estar en esa altura. Como piso, se podría esperar una participación de un 47% del padrón, aproximadamente. Eso es lo que se podría suponer", apuntó la experta. 

Claudio Alvarado: "Sería muy bueno que a lo menos votará el 50% del padrón"

El director ejecutivo del Instituto de Estudios de la Sociedad (IES), Claudio Alvarado, hace el punto que el proceso que concluyó en el plebiscito no fijó un mínimo de participación.

"Es muy importante señalar que aquí no se fijó ningún mínimo. Desde el punto de vista de la validez, esta es como cualquiera de las elecciones que hemos enfrentado anteriormente, en la cual hay voto voluntario y donde no hay piso de participación. Esto es un dato que hay que tener a la vista por si la participación fuese muy baja", comentó.

Al igual que para Gloria de la Fuente, Alvarado toma como referencia la elección presidencial de 2017.

"Políticamente, la comparación que se dará en el análisis será cuánta gente votará hoy y cuánta gente lo hizo en la última elección presidencial. Si votan menos ciudadanos que en la última elección presidencial, las fuerzas políticas más escépticas del proceso constituyente tendrán un argumento a su favor para hablar sobre la relevancia de esto. A la inversa, si vota más gente, quienes miran con más entusiasmo el proceso tendrá un punto a su favor", explicó el abogado.

El académico reconoce que estamos frente a un proceso de mucha incertidumbre respecto de la participación, pero considera que sería positivo que votara la mitad del padrón.

"Yo creo que sería muy bueno, por el propósito del proceso, que a lo menos votara el 50% de los inscritos", acotó.

Marco Moreno: "Por lo menos un millón y medio más de los que votaron en la última elección"

El decano de la Facultad de Ciencia Política y Administración Pública de la Universidad Central, Marco Moreno, indica que a nivel mundial una participación de entre 65% y 70% es considerada alta. Sin embargo, tomando en cuenta el contexto actual, el académico considera que una votación del 55% del padrón electoral sería positivo. 

En esa línea, espera que voten hasta un millón y medio más de personas que la elección presidencial de 2017. 

"Lo que debiéramos esperar en el actual contexto es una participación de entre siete millones y medio y los ocho millones, es decir, por lo menos un millón y medio más de lo que votó en la última elección presidencial, lo que sería muy bueno. Esto es una del 55% del padrón", indicó.

Moreno también apunta que durante esta elección se podría dar una cambio en la composición demográfica de los electores, debido a que podrían votar más jóvenes.

"Podemos tener un cambio sociodemográfico en la participación, porque la cantidad de gente mayor, que tradicionalmente vota más, podría ir a la ba baja debido al temor a contagiarse. Eso podría compensarse, eventualmente, porque se podría incorporar gente joven, quienes entre los 18 y 25 años votan muy poco. Si concurrieran a votar ahora sería un elemento muy interesante", agregó.