Cómo cuido mis lucas

¿Cómo empezar a ahorrar para poder pagar el pie del crédito hipotecario?

En el mercado recomiendan ser constante y riguroso para poder generar un colchón que permita cumplir el sueño de la casa propia.

Por: Vicente Vera | Publicado: Jueves 31 de diciembre de 2020 a las 15:19 hrs.
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Tener la casa propia es el sueño de muchos chilenos. El retiro de 10% de las cuentas de ahorro previsional de las AFP, permitió que algunas familias pudieran acceder a estos recursos y poder destinarlos como inversión. De hecho, según los resultados de la encuesta Plaza Pública Cadem publicada a principios de noviembre, un 36% de las personas que solicitaron el primer retiro lo ahorró o invirtió.

Bajo este escenario, la industria inmobiliaria realizó diferentes ofertas para atraer a las personas a comprar una vivienda pagando el pie del crédito con el retiro del 10% y además aprovechar las bajas tasas de interés. De acuerdo a datos del Banco Central, las tasas de interés promedio de los créditos hipotecarios volvieron a retroceder y se acercan a los niveles previos al estallido social. En noviembre la tasa promedio fue de 2,42%.

No obstante, en ocasiones el dinero retirado desde la AFP no alcanza para pagar el pie del préstamo pero puede utilizarse como un primer paso para llegar a la meta mediante su inversión. El socio de la fintech Focus, Francisco Errandonea, explica que el instrumento de inversión para ahorrar para el pie hipotecario depende del plazo en que se quiera comprar la propiedad.

Recalcan que los horizontes de inversión para quienes estén invirtiendo para pagar el pie del crédito hipotecario depende de las expectativas de propiedad que cada uno tenga y de los ingresos que existan.

Por ello, desde la gestora mencionan que se deben clarificar varios factores como; qué tipo de propiedad se quiere, o, en qué lugar. Errandonea enfatiza que “es distinto ahorrar para una primera vivienda, donde los tiempos pueden ser más acotados, que para una inversión o cambiarse a un lugar más grande, que puede ser un proyecto más de largo plazo”.

¿Seis meses, un año o cinco años?

Errandonea indica que en general, lo más recomendable es invertir en fondos diversificados dependiendo de cuándo se pretenda disponer de los recursos.

Por ejemplo, si la persona quiere usar el dinero en un plazo menor a seis meses “podría estar en instrumentos de bajísimo riesgo como depósitos a plazo o fondos monetarios”.

Pero si es a un año, “se puede invertir en fondos conservadores y sobre un año en fondos que combinen renta variable y renta fija, como son los balanceados moderado. Sólo si alguien quiere comprarse la propiedad en un plazo muy largo, cinco años o más, recomendaría invertir en fondos de renta variable”.

Para poder alcanzar la meta, la clave es la rigurosidad de ahorrar periódicamente. Pero antes, en Focus sugieren que se deben primero “pagar las deudas que son caras, como las de tarjeta de crédito, líneas de crédito o avances en efectivo. El costo de esas deudas va a impedir que un buen plan de ahorro funcione”.

Luego de ello, la clave para la inversión es ser responsable y tener un propósito claro: “Hay que olvidarse de esa tentación que muchos tenemos de tratar de ganarle al mercado y simplemente generar un plan de ahorro bien definido y ojalá automatizado”.

Agrega que “una buena práctica es tener una transferencia programada con cierta periodicidad, que puede ser mensual o incluso diaria, destinada a ser invertida en los distintos objetivos, como puede ser pagar el pie futuro o tener un colchón de ahorro para emergencias”.

El crédito

Respecto al crédito hipotecario, se puede simular en los sitios de los bancos y elegir el plazo considerando que muchas instituciones requieren que el dividendo no sea mayor a un 25% de tu sueldo, dice el socio de Focus.

La Comisión para el Mercado Financiero sugiere que para estimar la capacidad de pago de un crédito de este tipo, se comience por determinar cuál es su ingreso total mensual, esto es, su sueldo más cualquier otro tipo de renta que perciba, como arriendos, pensiones, etc.

El regulador explica que de ese monto, se deben restar los gastos fijos, como arriendo o dividendo, cuentas de servicios básicos, pago de colegio o universidad, alimentación, transporte, entre otros. Si existen más tipos de compromisos, como compras a plazo, también se deben incluir en el monto de la cuota correspondiente como parte de sus gastos.

Finalmente, con el saldo de este ejercicio se indicará cuál es la capacidad que tiene para asumir un crédito hipotecario.

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