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Ministro Chadwick cierra puerta a nueva Constitución de Bachelet: “No queremos que avance”

Titular del Interior también deslizó críticas a la figura de las comisiones y aseguró que en La Araucanía “sí hay actos y acciones terroristas”.

Por: D. Vásquez y S. Valdenegro | Publicado: Viernes 16 de marzo de 2018 a las 04:00 hrs.
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Tras el arribo del presidente Sebastián Piñera a La Moneda el domingo, el ambiente de correcta cordialidad que rodeó el proceso de cambio de mando se comenzó a desvanecer para dar paso a críticas a algunas decisiones tomadas por la administración anterior.

Así lo dejó en claro el ministro del Interior Andrés Chadwick en su participación en el foro ¿Cómo viene el 2018?, organizado por Icare, oportunidad en la cual cerró la puerta a la tramitación del proyecto de Nueva Constitución que la expresidenta Michelle Bachelet ingresó al Congreso seis días antes de finalizar su período.

El secretario de Estado fue tajante: “No queremos que avance (...) Una constitución no es juego, una constitución no es un proyecto más”, dijo sacando aplausos entre los asistentes, la mayoría empresarios.

Pero el freno sería solo para esa iniciativa, porque como aclaró el personero, el gobierno podría hacer cambios a la Carta Magna a través de una reforma, bajo ciertas condiciones: un ambiente de acuerdos y de unidad y no de proyectos “de última hora y con mucho de improvisación”, sin conversaciones ni acuerdos previos ya que “ese no es el camino”.

“El camino que quiere impulsar el presidente Piñera para las grandes reformas es un camino de unidad y de diálogo, y no el camino de enviar proyectos por el solo hecho de cumplir o dejar un testimonio que solo tiene como destino el archivo”, sentenció.

Respecto a cuándo impulsaría cambios a la Carta Magna el actual gobierno, Chadwick aclaró que no era una de las prioridades y se harán “en el momento oportuno”, con búsqueda de acuerdos, “pero sin eternizarse ni diluirse, sino que terminen en algo concreto”.

La misma suerte correrá el proyecto para reformar el capítulo XV -que norma los quórum y las formas de reformar la Constitución-, que ingresó en abril de 2017 al Congreso y que busca establecer una Convención Constitucional. De acuerdo a la autoridad, Chile no puede tener una Constitución que sea reformable y modificable fuera del Congreso Nacional, con cualquier mayoría y en cualquier momento, ya que es atentar contra un elemento fundamental: la estabilidad, que junto con la certidumbre ha permitido avanzar al país.

“La Constitución es el derecho fundamental para dar estabilidad y certeza. Este es un gobierno que está profundamente comprometido con la estabilidad y la certeza jurídica como un elemento central para poder avanzar en este camino”, enfatizó Chadwick.

El ministro marcó dos diferencias más con el gobierno anterior: en el ámbito de las comisiones, apuntó a trabajar en plazos breves; y en referencia a la situación de La Araucanía. “A juicio de nuestro gobierno, en La Araucanía sí hay actos terroristas y acciones terroristas y vulneran los derechos de todos los ciudadanos de la zona”, sostuvo, adelantando que próximamente se presentarán modificaciones a la Ley Antiterrorista.

Migración: “Mano amiga, pero de control”

Otro proyecto de Bachelet que se archivaría es el de migración, ya que el Ejecutivo priorizó la reforma poniéndole urgencia a la iniciativa ingresada por Piñera en 2013.

Chadwick confirmó que la propuesta del gobierno se dará a conocer “en los próximos días” y su foco estará en acoger a los migrantes que vienen a aportar al país y, a la vez, tener controles eficaces para aquellos sin la ideonidad ni las condiciones para poder compartir o vivir junto a nosotros. “Mano amiga, pero mano de control, porque de lo contrario se nos va producir un serio problema de convivencia en nuestro país”, dijo.

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"Los problemas no se resuelven desde CasaPiedra"

¿Cómo viene el 2018 para los chilenos más vulnerables? ¿También llegarán los tiempos mejores que hemos ofrecido a esos grupos? Con el planteamiento de estas preguntas el ministro de Desarrollo Social, Alfredo Moreno, invitó ayer a los asistentes al encuentro de Icare a hacerse cargo de los problemas que presenta el país en materia de desigualdad, invisibilidad de la pobreza y una clase media cuya situación puede verse afectada en caso de enfrentar una enfermedad o un desempleo prolongado.

Para avanzar, el secretario de Estado destacó al crecimiento económico como un factor fundamental para que la ciudadanía pueda acceder a mejores trabajos y remuneraciones y se genere un espacio de igualdad de oportunidades.

"Tenemos que escuchar y trabajar desde aquellas personas que sufren los problemas, no sirve resolver los problemas desde CasaPiedra o desde La Moneda, ni desde los ministerios. Hay que ir y conocer exactamente cuáles son los problemas, las realidades y qué es lo que realmente ayuda", indicó Moreno.

En este contexto, el secretario de Estado aludió a la gente que vive en los campamentos, que está en las listas de espera AUGE o niños con la infancia vulnerada.
Y en las soluciones, advirtió, deben participar todos los sectores políticos y todos los actores, incluidos los empresarios.

"Sus teléfonos van a sonar", expresó a los presentes.

"En este avance debemos convocar una gran alianza para el desarrollo social del país; es decir, generar múltiples alianzas que se puedan concretar entre el sector público-privado", expresó.
Para reforzar su posición recordó la figura del empresario Hugo Yaconi, quien en su juventud representó un ejemplo de la solidaridad.

Respecto a La Araucanía, Moreno respaldó las palabras de Chadwick, remarcando que hay un problema de seguridad en la zona, por lo que se deben concretar acciones que sean consistentes al problema.

Larraín advierte: "El crecimiento no está asegurado"

Fue el último en exponer, pero uno de los más aplaudidos. Pasadas las 12:20 horas, el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, subió al escenario en el seminario "¿Cómo viene el 2018?", realizado ayer por Icare, y de entrada estableció diferencias con la saliente administración.
El secretario de Estado advirtió que es una "falacia" señalar que la economía global se recuperó recién este año -lo que, a juicio del gobierno anterior, explicaría en parte las mejores perspectivas económicas en la actualidad-. Para el secretario de Estado ya el año pasado el comercio internacional y el PIB mostraron avances a nivel global, mientras que en Chile la actividad habría crecido menos de 2% en el ejercicio.

"La economía chilena no danza al son de la economía mundial. Chile pasó de crecer 30% más que el mundo entre 2010 y 2013, y nos fuimos a crecer a la mitad del mundo en los cuatro años posteriores. Es cierto que otros países se desaceleraron, pero nosotros nos desaceleramos más", aseguró el economista.

El ministro de Hacienda argumentó que al país en el pasado gobierno le "empezó a ir peor" que el resto del mundo, especialmente en relación a los países de la Alianza del Pacífico: México, Colombia y Perú.

Sin mencionarlo, Larraín envió un mensaje implícito al exministro de Hacienda, Nicolás Eyzaguirre, quien ha advertido que parte importante del menor crecimiento de la economía entre 2014 y 2017 se produjo por la caída del precio del cobre y el escenario internacional adverso para los países emergentes.

"Por favor, no me expliquen el desempeño de la economía chilena solo en base al escenario internacional. El partido se juega acá", afirmó, ratificando su postura de que las políticas internas "importan" para el desempeño económico del país.

Más confianza "no es suficiente"

En el marco de la presentación, el ministro de Hacienda valoró el incremento en las expectativas tanto empresariales como de consumidores que han evidenciado distintas encuestas desde fines del año pasado. Eso sí, remarcó que si bien son señales positivas, no aseguran una expansión mayor de la actividad.

"Todas las encuestas dicen lo mismo: hay un salto en la confianza empresarial y de consumidores. Pero quiero ser claro, el crecimiento no está asegurado. Es muy bueno que aumente la confianza, pero no es suficiente para sostener el crecimiento económico en el mediano plazo. Tendremos que trabajar mucho y será difícil", dijo el economista ante cientos de empresarios, dirigentes gremiales y políticos en Casa Piedra.

En esta línea, ratificó la meta de crecimiento para los próximos cuatro años, la que oscila entre 3,5% y 4%.

"Nos vamos a dedicar a la clase media y a los pobres. Queremos tener un crecimiento inclusivo y con desarrollo social. Si el país no crece de forma pujante, se hace muy difícil que haya desarrollo social. Las dos cosas van de la mano", cerró el titular de las finanzas públicas.

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