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Jorratt: “Esta reforma tributaria es para los próximos 20 años. Otra cosa es que se pudieran requerir correcciones puntuales en ciertas temáticas”

Michel Jorratt explica que el organismo implementará un nuevo modelo de fiscalización basado en detectar contribuyentes más susceptibles de evasión y estima que sólo el 5% de las empresas deberá elegir uno de los dos sistemas de tributación que nacen de la reforma.

Por: Sebastián Valdenegro Toro | Publicado: Miércoles 5 de noviembre de 2014 a las 05:00 hrs.
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La agenda de Michel Jorratt ha estado copada por diversas contingencias desde que en marzo asumió la dirección nacional del Servicio de Impuestos Internos (SII).

Los primeros siete meses de su gestión estuvieron marcados por la discusión de la reforma tributaria y los cambios que deberá implementar a la cabeza del organismo fiscalizador, mientras que los últimos dos meses -y luego de la promulgación del texto legal- una serie de investigaciones en torno a posibles delitos tributarios de parte del Grupo Penta y otros contribuyentes han mantenido a este ingeniero civil industrial con una intensa carga de trabajo.

En medio de tanta turbulencia, el jefe del SII aborda en entrevista con Diario Financiero los principales cambios que el Servicio ha implementado como consecuencia de la modificación al sistema impositivo y los últimos escándalos regulatorios a nivel local.

En este marco, Jorratt adelanta que el organismo trabaja en un nuevo modelo de fiscalización basado en el paradigma de riesgo fiscal implementado por algunos países de la OCDE, lo que se agrega a la creación de una nueva Subdirección de Asistencia al Contribuyente, a cargo de Iván del Río, para incrementar la calidad de los servicios prestados y la asesoría a los contribuyentes.

"Estamos muy abocados a la implementación de la norma general antielusión. Además, estamos fortaleciendo la investigación de los delitos tributarios dentro de la Subdirección Jurídica", señala el ingeniero.

Por el lado de la reforma, adelanta que para este mes está pactada la visita de una misión del Banco Interamericano del Desarrollo (BID) para asesorar al organismo en la implementación de la reforma en términos de la implementación de la norma general antielusión.

En este contexto, Jorratt señala que el sistema impositivo -fruto del acuerdo entre oficialismo y Alianza- está diseñado para los próximos 20 años, pero no descarta eventuales modificaciones "en la marcha" siempre y cuando aparezcan "inquietudes que puedan ser acogidas".

- ¿La reforma promulgada es menos difícil de implementar que la presentada inicialmente?
- Esta es la reforma más grande en los últimos 30 años a nivel tributario. Es una tremenda reforma que cumple todos los objetivos que se plantearon inicialmente. Ahora, obviamente en el proceso de discusión fueron cambiando algunos puntos y, en lo personal, se puede estar de acuerdo con algunos y no tanto con otros. Pero como director del SII me corresponde aplicar lo aprobado.

- Pero, ¿es menos compleja que la reforma presentada el 1 de abril?
- Yo no veo que sea menos compleja porque inicialmente se enfatizaba la complejidad del sistema de renta atribuida, pero el proyecto final considera dos sistemas paralelos. Entonces, desde el punto de vista estrictamente racional debiera decir que la reforma resultante tendría que ser igual o más compleja que la presentada inicialmente.

- ¿Con qué cambios usted estuvo más de acuerdo y con cuáles no tanto?
- Yo hubiera preferido algunas cosas que en la práctica eran bien difíciles de aplicar. En el ámbito del IVA a los bienes raíces, hubiera preferido una aplicación amplia del IVA y el tema de las viviendas de menor valor solucionarlo por la vía del gasto social. En la tributación de las ganancias de capital de los bienes raíces, teóricamente hubiera preferido que tributen igual que las demás rentas. En las bebidas alcohólicas, hubiera preferido tasas más altas porque está demostrado que desincentivan el consumo. Pero tengo claro que en el papel es fácil ver cuáles son idealmente las mejores alternativas, pero en la realidad es distinto.

- Se dice que esta reforma debiera sufrir cambios en la marcha debido a la dificultad de su implementación. ¿Lo ve factible?
- En términos gruesos, esta es una reforma para los próximos 20 años, no veo que debiera haber cambios sustantivos. Otra cosa es que se pudieran requerir hacer correcciones puntuales en ciertas temáticas que no quedaron bien afinadas, cuestión que no sé si va a ocurrir porque hasta el momento no han aparecido temas que se debieran corregir a futuro. Pero podría ocurrir que aparecieran temas donde se cometieron errores que se podrían modificar, pero serían modificaciones no sustantivas.
En general, es bueno que los cambios tributarios sean distantes en el tiempo para no generar incertidumbre. Por el momento, no hay otra modificación tributaria.

- ¿Qué temas quedaron pendientes de esta reforma?
- Un tema para avanzar a futuro es el levantamiento del secreto bancario para hacerlo menos restringido, para acceder a antecedentes para investigar posibles delitos tributarios.

- Surgieron muchas críticas respecto a la convivencia de los dos sistemas que nacen de la reforma: el de integración parcial y el de renta atribuida voluntaria.
- Evidentemente que la convivencia de estos dos sistemas es más compleja que la propuesta original, que era uno solo. Sin embargo, el propio proyecto de ley fortalece el régimen simplificado del 14 ter. Entonces, lo que podemos hacer como administración tributaria es difundir este régimen simplificado y lograr que la mayor parte de contribuyentes que pueden acceder a él lo hagan. Si eso ocurriera, más del 95% de las empresas en Chile podrían estar en el 14 ter y sólo el 5% lo haría en alguno de los dos regímenes optativos, por lo que esta posible complejidad estaría muy focalizada.

- Entonces, ¿las críticas son desinformadas?
- Se ha hecho pensar que el 100% de las empresas deberán escoger entre los dos sistemas y que se generará una convivencia compleja dentro de una misma cascada. Pero, la verdad, es que la mayoría de las empresas podrá optar por un régimen simplificado.

La nueva forma de fiscalizar

- ¿En qué está hoy el SII en términos de fiscalización?
- Estamos abocados a nuestra tarea, que es reducir la elusión y evasión tributaria. La evasión depende de la eficacia de la fiscalización o de la percepción de riesgo que tengan los contribuyentes. Pero también depende de la aplicación de las sanciones, de la aceptación del sistema tributario que tengan los contribuyentes y de la simplicidad del sistema. Nuestra estrategia es abordar todas esas variables.
Por lo mismo, estamos trabajando en un nuevo modelo de fiscalización basado en el concepto de matriz de riesgo fiscal. Lo que intenta ese modelo es identificar los distintos segmentos de contribuyentes y sus riesgos particulares, para orientar la fiscalización hacia los riesgos específicos de cada segmento. Eso apunta a mejorar la selección de los contribuyentes que fiscalizamos y hacer más certera la fiscalización sobre quienes tengan una mayor probabilidad de ser evasores.

- Hay un compromiso del gobierno de bajar desde 26% a 14% la evasión del IVA al final de la administración. ¿Los últimos datos disponibles dan cuenta de una disminución?
- En evasión del IVA, lo más reciente que tenemos es la estimación para el 2013, con un 25,2%, más o menos estable en relación a 2012. Se estabilizó el año pasado ya que desde 2009 venía aumentando la evasión. Tenemos una doble meta: la que nos impone la reforma tributaria de reducir la evasión en 0,5% del PIB, unos US$ 1.300 millones. Eso se logra con una tasa en torno al 20%.

- Entonces, ¿se cambió la meta?
- La meta de la reforma sí o sí se debe cumplir, pero obviamente como administración tributaria uno siempre quiere ir más allá. Por lo tanto, nuestra meta interna es poder volver al nivel del 14%, la tasa de evasión más baja de la que hay registro. Eso sería lo ideal.

Las prioridades presupuestarias 2015

El proyecto de Ley de Presupuestos para 2015 contempla un incremento en el erario del Servicio de Impuestos Internos (SII) superior al 20%, totalizando US$ 240 millones.

De acuerdo a Jorratt, parte importante de estos recursos se relacionan con el incremento en la dotación para implementar la reforma tributaria.

En un período de cuatro años, alrededor de 600 funcionarios deberán integrarse a la filas de la entidad, proceso que -comenta el personero- ya se inició con los primeros procesos de selección. Se espera que en diciembre entren 140 nuevos trabajadores al organismo y 250 el siguiente año.

Los principales incrementos apuntan a engrosar la planilla y al pago de remuneraciones, mientras que las inversiones a nivel tecnológico también coparán parte relevante de los recursos en la entidad, anticipa el director.

"Parte de la implementación de la reforma y de nuestro quehacer normal, estamos requiriendo modernizar nuestra plataforma informática y realizar una serie de desarrollos informáticos necesarios para aplicar la reforma", señala la autoridad.

La capacitación con miras al cambio impositivo también serán parte del énfasis presupuestario en el piso 6 de Teatinos 120.

"El otro tema relevante para nosotros es la capacitación. La capacitación por la reforma tributaria es nuestra principal preocupación hoy. Tenemos un plan en marcha tanto para los nuevos ingresos como para nuestros actuales funcionarios. Hemos comenzado esto con una serie de actividades, con un ciclo semanal de charlas para cada uno los temas que aborda la reforma. Luego, viene una serie de cursos más en profundidad y orientados a los grupos específicos de funcionarios, como los fiscalizadores por ejemplo. Aparte de esto, tenemos talleres a nivel nacional", señala Jorratt.

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