Energía

EIG retoma obras de ex planta de Abengoa en Chile y eleva inversión a US$ 1.500 millones

La estimación es que al momento en que se logre el project finance, el fondo estadounidense habrá inyectado del orden de US$ 850 millones.

Por: Jéssica Esturillo O. | Publicado: Martes 24 de enero de 2017 a las 04:00 hrs.
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Mañana, con una ceremonia a la que asistirán los ministros de Energía y Bienes Nacionales, así como representantes de casi todos los bancos locales, EIG Global Energy Partners retomará en forma efectiva la construcción de la primera planta de Concentración Solar de Potencia (CSP) de Chile y del Cono Sur, tras un año de suspensión.

Este proyecto fue diseñado e impulsado por Abengoa, que hoy sigue sólo como constructor del complejo, pues como parte de la reestructuración financiera, primero incorporó como socio a este fondo al que luego, en diciembre pasado, traspasó el 50% restante de la propiedad, lo que dejó a la estadounidense a cargo de todo.

Y las cosas han ido rápido. Al traslado de las oficinas, que se concretó hace un par de semanas y donde se instaló buena parte del equipo original del proyecto, se sumó la designación de algunos ejecutivos que liderarán el avance de la planta Atacama I, la que EIG decidió volver a llamar como en sus orígenes, es decir, Cerro Dominador.

El gerente del proyecto, Iván Araneda, explica que la paralización de las obras y la acumulación de intereses de los créditos vigentes en esa etapa, influyó en que la inversión estimada para esta obra hoy ascienda a US$ 1.500 millones, un incremento de US$ 200 millones respecto de la proyección vigente previo a la suspensión.

“Tras el traspaso del proyecto, se inició una fase de reestructuración y reprogramación de todas las labores de construcción y a partir de ello se delineó el plan para retomar las obras, que es lo que estamos aplicando ahora, en paralelo al trabajo para lograr el cierre del financiamiento de largo plazo, que esperamos concretar durante el primer semestre de este año”, apunta el ejecutivo.

Cerro Dominador está ubicada en Antofagasta y se compone de dos unidades: una planta fotovoltaica de 100 MW de capacidad y la planta termosolar de 110 MW. Esta última funciona con más 10 mil espejos que, dirigidos hacia una torre central de 250 metros de altura, calientan una solución de sales (a 600 grados) que a su vez permite acumular calor que en las horas en que no hay sol y alimenta una central térmica convencional.

De esta forma el complejo puede abastecer de energía las 24 horas.

Obras por fase

Araneda precisa que los trabajos físicos que retoman esta semana comprenden dos frentes, por un lado la planta fotovoltaica, que al momento de la paralización presentaba un avance mayor. La meta es tener 60 MW listos durante el segundo trimestre e iniciar la inyección de esa energía al Sistema Interconectado del Norte Grande (SING).

El otro frente corresponde a la subestación seccionadora que les permitirá conectarse a la red. Esta instalación es parte de la planta termosolar, que aún está en la fase de revisión logística, analizando la situación contractual de las partes que la componen (turbina y condensador, entre otros). En este caso, la idea es retomar las obras en terreno durante este semestre.

Sobre el financiamiento de largo plazo, Araneda dice que esperan cerrar hacia junio el project finance, para refinanciar el crédito actual y levantar los recursos adicionales.

Indica que ya están bastante avanzados pues cuentan con factores favorables, como poseer un contrato con clientes residenciales por el 80% de su producción a un precio en torno a US$ 100 por MWh, frente a un costo de operación bajo que le asegura una operación con despacho constante o de base.

Araneda comenta que también es favorable para la evaluación de los bancos que más del 50% de la inversión se ha ejecutada en el sitio y en las órdenes de equipos, mientras que la estimación es que hacia el momento en que logren el financiamiento EIG habrá realizado aportes directos del orden de US$ 850 millones, de los cuales hasta ahora ha inyectado del orden de US$ 780 millones.

El largo tránsito del proyecto que comenzó en 2014

La española Abengoa se adjudicó en febrero de 2014 la licitación que el gobierno de la época impulsó para contar en Chile con una primera planta de concentración solar de potencia. Esto le implicó recibir un subsidio de US$ 20 millones, para una inversión total estimada en ese tiempo en US$ 1.000 millones y la concesión de los terrenos fiscales en los que se emplaza el complejo, en plena zona minera de la Región de Antofagasta.

Luego, en la licitación de suministro para clientes regulados realizada a fines de 2014, una de las últimas subastas donde la energía alcanzó precios en torno a los US$ 100 por MWh, la hispana adjudicó parte importante de la producción del complejo, que a diferencia de otras unidades de ERNC, como las fotovoltaicas o eólicas, puede generar las 24 horas.

Luego vinieron los problemas financieros de Abengoa a nivel global y en marzo de 2015 EIG se hizo con el 50% de la propiedad del proyecto, como una forma de viabilizar la iniciativa.

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