Industria

Camanchaca ante bloom de algas: “Fue una condición extrema para la que nadie estaba preparado”

Ante la idea de restringir la producción del país, dice que el foco debe estar en dar sustentabilidad a la industria y corregir normas ineficaces que se crearon a partir del ISA.

Por: Andrés Pozo B. | Publicado: Lunes 21 de marzo de 2016 a las 04:00 hrs.
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La oferta nacional de salmón en los próximos doce meses debería caer cerca de 20%, motivado por el denominado bloom de algas. Camanchaca no está indiferente frente a esta situación, ya que estima que producirá 30% menos este año dado el fenómeno de florecimiento de algas nocivas que afectó a tres de sus centros de cultivo y la obligó a realizar un completo operativo para manejar la mortalidad miles de toneladas de peces.

-¿Se podía estar preparado para una situación así?

-Chile es un país sísmico y hay terremotos. ¿El país está preparado? Razonablemente sí, pero cuando ocurre un terremoto siempre hay destrucción y daño. Este caso no es muy diferente. ¿Estaban las empresas preparadas para lo que se conocía como el bloom de algas? En Camanchaca sí lo estábamos, con muchos planes de contingencia, pero la naturaleza es impredecible. Las empresas estaban preparadas para manejar mortalidades que podían ser de 20% o 30% de un centro en una empresa, pero no había registro ni nadie se imaginaba una situación donde hubiese episodios simultáneamente en distintos lugares y afectando a diferentes empresas.

Camanchaca estaba preparada para lo que eran los bloom de algas, pero esto fue una condición extrema no registrada en la historia y, por lo tanto, nadie estaba preparado, ni la autoridad, ni las empresas.

-¿Cómo se ha manejado la mortalidad?

-Camanchaca es un ejemplo de cómo una compañía administra y gestiona una crisis de esta magnitud. Hoy, cerca del 83% de nuestra mortalidad ha sido transportada y reducida a harina y aceite, principalmente en nuestra planta de Talcahuano y, una menor parte, a través de Fiordos Austral. Otro 10% ha ido a vertederos en tierra autorizados y tenemos entre 7% y 8% que está en tránsito a sus plantas de reducción o de vertederos. Puedo afirmar categóricamente que Camanchaca no ha vertido ni un kilo de pescado al océano, ni lo va hacer porque tomamos las medias precautorias desde el comienzo.

-En qué etapa está esto para, ¿cuál es el balance?

-Teníamos tres centros afectados y el balance hoy día debe ser, estimo, una sobrevivencia en torno al 3% y 5%. Pero no es descartable una mortalidad adicional en los centros y por eso es que uno nunca puede decir que se acabaron. Mientras las condiciones climática no cambien, vamos a tener esta situación. Lo que pasa es que van quedando muchos menos peces y la situación para nosotros está en proceso de conclusión.

-Respecto a la crisis del ISA, ¿tiene comparación?

-No, en primer lugar porque el ISA fue un fenómeno casi nacional y esto es localizado. Segundo, el ISA es una enfermedad que se contagia. Tercero, porque el ISA tiene condiciones que favorece al virus en el propio manejo de la salmonicultura, es decir, mejores o peores condiciones sanitarias afectan la velocidad y el impacto que genera en la biomasa. Por así decirlo, está mucho más en la mano del hombre, al igual que la solución. Aquí estamos hablando de varias catástrofes que se desplegaron en una cierta zona.

-Ustedes estiman una pérdida de US$ 5 millones por este episodio...

-Lo estimamos en función del costo acumulado de los peces perdidos, una vez cubiertos los seguros y aplicados los deducibles. US$5 millones es harto dinero, pero no desestabiliza a Camanchaca, esta es una compañía que en promedio tiene ingresos por US$ 460 millones. No es una buena noticia, pero el ISA fue mucho más complicado.

¿Cuotas de producción?

-Otras empresas dicen que el país debe bajar su producción, ¿cómo lo ve?

-No es correcto hablar de la disminución de la oferta, no es el punto. Los productores de salmón sabremos cuánto producir y, si no nos gusta lo que estamos elaborando, seremos capaces de disminuirlo sin ningún cambio regulatorio. El tema es la protección del patrimonio sanitario del país y de las zonas donde se desarrolla la salmonicultura. La cuestión es cuál es la capacidad para que nuestras costas y fiordos pueden albergar sustentablemente en el tiempo la biomasa, sin generar eventos que alteren el patrimonio sanitario.

La regulación debe apuntar a reducir en aquellas áreas que hayan antecedentes, para preservar el patrimonio sanitario. Eso significa que en algunas áreas las biomasas deben ser restringidas y en otras no.

-¿Cómo se logra esto?

-Parte importante viene por terminar con una regulación que se hizo después del ISA, que es el descanso simultáneo de varios centros en una zona, porque aunque es bien intencionada, es ineficaz y muy ineficiente, porque genera peak de biomasa significativos, simultáneamente. Con esto, llegamos a peaks que generan condiciones para el daño y el deterioro del patrimonio sanitario de la zona. Eso hay que corregir.

-Pero eso no se ve en el debate...

-Eso espero que esté en el debate. Creo que sí lo está y que la autoridad está consciente...

-¿Cómo se regula esto?

-Hay que ir a una regulación de quien corresponda, que no es necesariamente la autoridad, ni las empresas, sino que una especie de comité de manejo de zonas geográficas que establezca cuáles son las cargas máximas que se pueden mantener.

-¿Pero eso es lo que incluye el reglamento de densidades?

-Es una mala carretera para tratar de llegar al objetivo, porque no aborda la problemática de fondo. Lo lógico sería operar con cargas máximas por zonas definidas por comités de manejo y luego los vecinos se coordinan para nunca alcanzar ese máximo. Esto requiere una mirada fresca de la regulación.

-¿El gobierno está en eso?

-Creo que el gobierno está con la disposición porque se da cuenta que las condiciones de la salmonicultura chilena no son sustentables y esto viene precisamente por la incertidumbre de la biomasa y los problemas sanitarios que se pueden generar y, por lo tanto, no tiene nada que ver con reducir la oferta chilena.

-Se esperaba que este año fuera de despidos en el sector, ¿cómo ven la situación?

-No era el plan de Camanchaca antes de estos episodios de florecimientos de algas, pero la realidad es que la compañía ha reducido sustancialmente sus estimaciones de cosecha y como un sujeto responsable tendrá que hacer los ajustes que corresponden.

 

Ley de Pesca: discusión surrealista que pone incertidumbre

 

El fenómeno de El Niño también afectó la rama pesquera de Camanchaca, la que en 2015 representó poco más de 30% de los ingresos (equivalente a US$ 146 millones), especialmente en el norte del país, donde extrajeron unas 50 mil toneladas menos de anchoveta.


"Este año tenemos condiciones tendientes a la normalidad, las temperaturas del norte han bajada y esperamos que el niño haya declinado para abril o mayo", explica García.


En el sur han tenido un buen desempeño. Dice que la "temporada de jurel ha partido muy bien y Camanchaca tiene a la fecha más de 60% de la cuota anual capturada, cuando el año pasado no teníamos nada a esta fecha".


Un tema que cruza al sector son las críticas que ha surgido a la Ley de Pesca, dado los casos de financiamiento irregular de la política. El ejecutivo dice que el análisis que realiza de la normativa la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) les parece muy bien.


"Sobre el cuestionamiento de la ley, es un poco surrealista toda la discusión porque la inmensa mayoría del Congreso aprobó la ley en su oportunidad", dice.


Además agrega que la normativa tuvo una larga discusión, donde "todo el mundo habló, se discutió por muchos meses y fue votado ampliamente. Entonces hoy día cuestionar la ley de pesca a mí me parece surrealista y pone incertidumbre en lo que uno hace".


Consultado sobre si han tomado alguna decisión como detener inversiones a la espera que se aclare el panorama, señaló que "nosotros confiamos en que la cordura, el sentido común, la inteligencia y los antecedentes técnicos imperen. Esta es una muy buena ley objetivamente hablando, que recogió la experiencia pesquera de los principales países del mundo y le entregó un rol importante a los biólogos marinos y le sacó las presiones políticas y empresariales", dice al momento de señalar que debiese haber una discusión para ver mejoramientos, pero que se pueda seguir desarrollando la actividad.


A su juicio, la norma ha funcionado. Tanto así, que una de las pesquerías que estaba en un punto crítico, como es la sardina del sur, mejoró su situación al punto de que los científicos y la autoridad han determinado que se podían licitar cuotas, procesos que ya se concretaron.


Respecto de cómo ve la situación de la empresa en 2016, dice que dadas las circunstancias será de "trabajo". "Con todo lo que ha pasado Camanchaca, la va a encontrar como una atleta olímpica. Si los factores externos se normalizan, todos los esfuerzo que hemos hecho nos permitirá ser un atleta para ir a las olimpiadas de Brasil", grafica.

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