Salo Rezepka, el constructor del retail

Se podría decir que Salo Rezepka (80 años) es el hombre tras bambalinas del retail chileno. Tuvo a su cargo el desarrollo de decenas de locales de grandes cadenas como Ripley, Hites y Preunic. Fueron sus orígenes. Hoy maneja una inmobiliaria que tiene proyectos industriales y de edificios habitacionales y de oficinas por más de UF 2,5 millones (US$ 100 millones).

De origen polaco, sus padres huyeron a principios del Siglo XX de la guerra, levantó una compañía desde cero. Antes de terminar la carrera de construcción civil tuvo su primer desafío: una pequeña casa habitacional. Luego se lanzó al desarrollo de estructuras metálicas como galpones, para pasar después al negocio del retail.

“Hace más de 60 años partí haciendo bodegas y estructuras metálicas, tanto para nosotros como para terceros. Y así fuimos haciendo galpones que los vendía y/o los arrendaba”, recuerda el empresario, y añade: “Hice muchos gallineros también”.

En los años sesenta, entró al negocio de construcción de locales comerciales.

“Ahí me pegué el salto. Hice locales de Preunic y todos los Café Paula. Tuve mucho apoyo de cadenas de tiendas por departamento, como Ripley e Hites; todos amigos que confiaban en mí”, cuenta.

Su fábrica de estructuras metálicas estaba en la calle Santa Rosa. De vecino tenía ni más ni menos que a Horst Paulmann. “Soy amigo de Horst. Él tenía una distribuidora mayorista donde vendía todo por cajas que se llama PyP, Pasando y Pasando; en ese tiempo no existían los Jumbo. En las tardes nos parábamos en la calle a conversar y ver cómo pasaban los autos y las micros”, cuenta Salo Rezepka sobre los orígenes del controlador de Cencosud.

“Con la construcción de locales comerciales me fue muy bien hasta que me retiré de esa pega porque era muy estresante, y me puse a construir edificios”, dice el empresario desde el último piso de una torre en Ciudad Empresarial de su propiedad.

Bodegas con oficinas

Hoy Rezepka tiene sus fichas en el desarrollo de bodegas, edificios de viviendas y oficinas, y arriendo de locales en el centro. Tiene un importante stock de propiedades para ese fin que son usadas por empresas proveedoras de alimentos, distribuidoras, importadores de distinto tipo e incluso bancos.

Con el crecimiento de la compañía, Salo Rezepka sumó a sus dos hijos arquitectos, Julio y Arie, quienes han tomado un rol preponderante en la compañía.

“Siempre les he dicho a mis hijos que lo principal es tener responsabilidad bancaria. Lo primero es portarnos bien con la banca”, dice el patriarca.

Esto les ha permitido tener acceso a financiamiento para el desarrollo de los distintos proyectos en los que están embarcados.

“Tenemos un portafolio de proyectos bien diversificado”, explica Andrés Córdova, gerente general de la empresa. “Estamos muy activos a pesar de cómo está la economía; somos cautelosos, vamos en ubicaciones muy estudiadas con productos donde tenemos experiencia”, añade.

En el área inmobiliaria, la compañía tiene en desarrollo cuatro proyectos de edificios habitacionales en Las Condes. Se suma otro en La Florida pensado en inversionistas para rentas.

La estrategia incluye la participación de terceros y formar sociedades para el desarrollo de proyectos puntuales.

Ya comenzaron la construcción de un proyecto habitacional y de oficinas en Rosario Sur, detrás del Apumanque en Las Condes, además próximamente se iniciarán las obras de otro proyecto en Av. Las Condes esquina La Cabaña, donde actualmente hay un strip center que se demolerá. El desarrollo contempla un edificio habitacional con una placa comercial.

Junto a esto, la firma está invirtiendo US$ 40,2 millones en proyectos industriales, como la tercera etapa del centro de bodegaje e industrial en Valle Grande en Lampa.

Sin embargo, la principal apuesta es el desarrollo de la cadena de centros Back+Office Business Park, cuyo objetivo es que las empresas tengan su bodega y oficina en el mismo lugar.

El primero de ellos está cerca del aeropuerto, en el Parque Industrial El Montijo, y que está en plena construcción. Sus obras culminarán los primeros meses de 2018, pero ya está colocado el 50% de la primera etapa.

Andrés Córdova explica que este tipo de formatos están pensados para venta y no arriendo. “Nuestro estándar y tipología de bodegas permite que muchos de nuestros clientes dejen de arrendar oficinas en el sector oriente y bodegas en zonas periféricas, logrando ser dueños de sus instalaciones pagando una cuota igual o menor a lo que pagan en sus arriendos”, detalla.

Salo Rezepka toma una pausa. Dice que están preparados para asumir nuevos desafíos; que armó un sólido equipo de gestión con sus dos hijos y su gerente general. “Hoy, es la ley de la vida: estoy en una etapa en que todas las cosas agradables me las llevo yo”, dice el empresario.