2018 en palabras, según FT

Vasallaje

Condición de estar en una posición subordinada a otra persona o país. También se refiere a las soleadas tierras del Reino Unido luego de abandonar la UE.
La palabra vasallaje ingresó al léxico del Brexit este año gracias a Barry Gardiner, un sofisticado vocero del Partido Laborista del Reino Unido, que con frecuencia lucha por recordar las políticas de su propio partido. "Técnicamente, el Reino Unido no sería un miembro de la UE, sino que en realidad nos convertiríamos en un Estado vasallo: estaremos obligados a pagar el presupuesto de la unión y tendremos incluso menos soberanía de la que tenemos ahora".
Poderosas palabras. Tanto es así que meses más tarde, los laboristas revirtieron su posición y decidieron que querían permanecer en el mercado común. Resultó que el vasallaje no es del todo malo. Es sólo cuestión de esperar hasta la próxima etapa del Brexit cuando desde la UE piensen qué terrenos adicionales desean adquirir.

Cripto

Abreviación de criptomonedas. Monedas digitales sin respaldo de autoridades, bancos centrales o sentido común.
Los verdaderos creyentes en las criptomonedas llegaron a 2018 con sus cofres y billeteras inflados. Este, pensaron, sería el año en que sus amadas fichas digitales comenzarían a usurpar el viejo mundo del dinero fiduciario. Tenían razones plausibles para confiar. El precio de las bitcoins se había disparado desde US$ 1.000 en enero de 2017, a poco menos de US$ 20 mil en diciembre. Las compañías embutieron la palabra "blockchain" a sus nombres y vieron cómo sus acciones se dispararon 500%. Ese truco aún estaba vivo a inicios de 2018. Doce meses después, el "valor" de esas "monedas" ha colapsado y la cripto euforia ha pasado a verse, bueno, un poco tonta. Los corredores minoristas recién se dan cuenta que la burbuja explotó. Una bitcoin se transa en un miserable US$ 3,38.

Financiamiento asegurado

Una declaración importante de que se ha comprometido el financiamiento de un proyecto; por ejemplo, para sacar de bolsa una empresa en conformidad con la ley de valores. O no.
Elon Musk es un hombre ambicioso. Pero, al lanzar un tuit el 7 de agosto, es posible que ni siquiera haya pensado que estaba escribiendo sobre sí mismo simultáneamente en los anales de la regulación, gobernanza, comunicaciones y redes sociales.
Su tuit desató un frenético análisis de una frase que hasta ahora parecía imposible de malinterpretar.
Lo que comenzó como algo frívolo rápidamente se volvió serio. La Comisión de Valores y Bolsa (SEC, su sigla en inglés) acusó a Musk de fraude. Él "sabía, o fue imprudente al no saber, que cada una de estas afirmaciones era falsa y/o engañosa", escribió.
La moraleja de la historia para los directorios: asegurar al jefe antes de anunciar que ha asegurado la financiación.

Merkeldämmerung

(Sustantivo, alemán) Literalmente, "el crepúsculo de Merkel". Se usa para describir la decadente autoridad de la canciller saliente.
El 29 de octubre, los alemanes se encontraron de repente imaginando un concepto que alguna vez fue impensable: un mundo sin Angela Merkel. Ese día la canciller sorprendió al anunciar su retiro como líder de su partido, la Unión Demócrata Cristiana. Existe un consenso general sobre cuándo comenzó su caída. La decisión de Merkel de mantener abiertas las fronteras durante la crisis de refugiados de 2015, y la posterior llegada de más de 1 millón de migrantes, fue un punto de inflexión. Eso enojó a los conservadores de su partido, tensó las relaciones con el partido bávaro, la CSU, y alimentó el auge de la Alternativa Para Alemania de extrema derecha, que ahora tiene puestos en los 16 parlamentos regionales. Merkeldämmerung podría durar unos años. Merkel se comprometió a cumplir su cuarto mandato. Pero, ante el febril estado de la política alemana, la transición desde el crepúsculo al amanecer post Merkel podría ocurrir antes de lo pensado.

Techlash

La creciente hostilidad pública hacia las grandes empresas tecnológicas de Silicon Valley y sus equivalentes chinos.
Por años, Silicon Valley fue la industria de Teflón, amada por los mercados, los políticos y el público por igual. Ya no más. Desde las revelaciones sobre manipulación digital electoral, la recopilación de datos personales y las potenciales incompatibilidades entre las redes sociales y la democracia liberal, tanto las Faang (Facebook, Apple, Amazon, Netflix y Google) como las chinas BAT (Baidu, Alibaba y Tencent) han jugado a la ofensiva.
Este año será recordado como el momento en que las tecnológicas flaquearon. Las correcciones de mercado de los últimos meses han sido lideradas por estas grandes compañías.
Techlash es el resultado predecible de una industria que no puede gobernarse a sí misma. No es de extrañar que incluso los expertos, como Tim Cook de Apple, pidan ahora que se regule el sector.