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Crisis en España: inmigrantes latinos sufren las peores consecuencias

La pandemia está provocando un desempleo masivo entre los trabajadores extranjeros de la economía más afectada de Europa.

Por: Financial Times. Traducido por Renato García J. | Publicado: Martes 10 de noviembre de 2020 a las 12:34 hrs.
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Daniel Dombey en Madrid

José, un exdiseñador gráfico colombiano de 40 años, se encuentra en la primera línea de la crisis económica provocada por el coronavirus en Europa. Como inmigrante en España, conforma uno de los grupos más vulnerables en la economía más afectada de la Unión Europea.

En marzo enfermó de Covid-19, como miles más en Madrid; en abril fue ingresado a un hospital; en mayo perdió su trabajo de portero. Ahora, meses después, todavía está buscando empleo.

“Al principio mi jefe no me creía que yo estaba contagiado y tuve que seguir trabajando”, dijo José, quien pidió que no se publicara su nombre completo. “Pero luego mis síntomas empeoraron y fui reemplazado por otra persona. Tenía un contrato temporal, así que ahí se terminó ese trabajo". La suya es una historia demasiado común.

A pesar de un repunte en el tercer trimestre, a fines de septiembre la economía española era 8,7% más pequeña que un año antes, una contracción mayor que la de cualquier otro país grande de la eurozona.

Y son los inmigrantes los que están sufriendo las peores consecuencias debido a su exposición a lo que muchos analistas consideran como las principales debilidades estructurales de la economía española: su excesiva dependencia del golpeado sector de servicios y de los contratos temporales, además de la prevalencia de las pequeñas empresas que están afrontando dificultades para  sobrevivir a la crisis.

Para los latinoamericanos que trabajan en bares y restaurantes, como ayuda doméstica o porteros, como José, la recesión se ha traducido en un baño de sangre para el empleo, con sombrías perspectivas para los próximos meses.

Las cifras del mes pasado muestran que había más de medio millón de trabajadores extranjeros desempleados en España, 40% más que hace un año. Dos tercios son de fuera de la UE. Ningún otro grupo ha experimentado un aumento tan grande en el desempleo, el doble que el promedio total. Los extranjeros, en particular los latinoamericanos, hacen filas frente al creciente número de bancos de alimentos.

Transformación de la sociedad

“Tanta gente ha sido despedida, tanta gente está desvalida ante esta crisis: con contratos temporales, en la economía informal o sin papeles”, dijo Tatiana Retamozo, licenciada en derecho peruana que trabajaba como limpiadora de casas en España, antes de ayudar a establecer una red de ONG para mujeres latinoamericanas. El número de trabajadores latinoamericanos refleja una transformación en la sociedad española desde el cambio de milenio. En 1998, menos de 2% de las personas que vivían en España eran extranjeras. A principios de este año, había más de 5 millones, 11% de los 47 millones de habitantes. Otro 5%, más de 2 millones, ha obtenido la ciudadanía española.

Al menos 1,4 millón de extranjeros son latinoamericanos, atraídos al país por lazos culturales, lingüísticos y familiares, un régimen de inmigración relativamente complaciente y la brecha entre las dificultades en sus países de origen y la economía procíclica de España, que normalmente crece más rápido que la media europea en los buenos tiempos y se hunde más en los malos.

“Me dijeron que si venía aquí podría vivir bien, ganar diez euros por hora u 80 al día”, dijo Paola Verdejo, una chilena que ahora busca trabajo en Madrid después de diez años en el país. "Pero cuando llegas ves que las cosas no son tan brillantes".

El año pasado, España experimentó un aumento de la inmigración mayor que cualquier otro miembro de la OCDE: más de 400 mil recién llegados, más de 60 mil más que el año anterior. Los principales países de origen fueron Colombia y Venezuela.

Ahora, tanto los recién llegados como los inmigrantes establecidos están luchando por conseguir trabajo en una economía que los excluye de muchos de los beneficios que protegen a los españoles de la peor parte de la crisis.

Los activistas dicen que grupos como los 600 mil trabajadores domésticos de  España, en su mayoría mujeres y predominantemente latinoamericanas, están particularmente expuestos. No tienen derecho a prestaciones por desempleo y hasta la fecha, menos de 33 mil han recibido un subsidio de emergencia del gobierno para ayudar a los "empleados a domicilio" a sobrellevar la crisis.

“Sufrimos discriminación sexual, discriminación racial, con empleadores que se niegan a pagar la seguridad social o el salario mínimo”, dijo Carolina Elías, una abogada salvadoreña que trabajó como empleada doméstica en España durante cinco años y ahora dirige una ONG de trabajadores de servicios. “Durante las cuarentenas, muchas personas se quedaron atrapadas en las casas de sus empleadores y tuvieron que trabajar de lunes a domingo, sin pago adicional; otros simplemente fueron despedidos ".

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Fernando Fernández, un execonomista del FMI que ahora trabaja para IE Business School de Madrid, agregó que muchos inmigrantes recién llegados sufren los mismos problemas que los jóvenes españoles: “Si eres un recién llegado a la fuerza laboral, tienes que aceptar el trabajo que encuentres, y eso es típicamente en el sector de servicios, en una empresa pequeña y con contrato temporal”. Como resultado, la vida suele ser precaria.

Seguirán llegando

Pero Fernández argumentó que en España, los latinoamericanos tienen una movilidad social considerablemente mayor que los marroquíes, el mayor contingente de inmigrantes del país, que a menudo trabajan en el sector agrícola.

“No sé cuánto tiempo continuará el efecto Covid pero, a largo plazo, vendrá más gente” de América Latina, dijo. "Emigrar a España seguirá siendo una válvula de escape de las crisis periódicas de América Latina y una fuente de vitalidad empresarial aquí".

Mientras tanto, sin embargo, inmigrantes como José están enfocados en sobrevivir. Desde que perdió su empleo, ha trabajado ocasionalmente en una obra por 50 euros al día y ha dependido de los bancos de alimentos y otras formas de caridad.

"Espero poder encontrar trabajo pronto", dijo. "En momentos como este, no puedes pensar en el futuro: tomas cualquier trabajo que haya".

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