La “traba” legislativa para volver a crecer

a rebaja en la clasificación de la agencia Moody’s —que ha seguido generando polémica por razonas políticas, más que económicas—, fue una mala noticia. El deterioro fiscal que mostró el país en los últimos años es evidente y no se explica sólo por factores cíclicos, lo que dificulta su corrección. Finalmente, el problema de fondo es una expansión insostenible del gasto público, que fue de casi 50% real en el primer gobierno de Bachelet, de 19,7% en la primera administración de Piñera y de 24% en la segunda de Bachelet.

Sin duda, un crecimiento económico elevado sería una gran ayuda en este contexto, generando más ingresos para el Estado. Sin embargo, Moody’s plantea dudas sobre la capacidad del país para recuperar tasas de crecimiento de tendencia como las que se observaban hace algunos años. Cabe entonces preguntarse si la prioridad que el actual gobierno le está dando al crecimiento, y las reformas que para ello se ha propuesto, son insuficientes o muy poco ambiciosas, pero no lo parecen.

Si efectivamente se lograra implementar en un plazo razonable la agenda reformadora planteada, podría ser factible que el país recuperara ritmos de crecimiento tendenciales en torno a 4%, que permitirían ir cerrando la brecha fiscal en un plazo acotado. Sin embargo, hacer viable ese escenario requiere no sólo la voluntad del gobierno, sino también el concurso del Congreso, ya que muchas de las reformas necesarias son materia de ley. La dificultad es, entonces, que no se ve fácil la construcción de acuerdos entre el Ejecutivo y el Legislativo, en especial para corregir los errores de política del gobierno anterior.

Por ejemplo, existe un amplio consenso técnico sobre la necesidad de reparar el efecto negativo que tuvo la reforma tributaria de 2014 en las decisiones de ahorro e inversión -como también la reforma laboral y los cambios al SEIA-, condición esencial para recuperar el crecimiento. Pero ya se perciben en forma clara las dificultades que surgirán para lograr un acuerdo, que finalmente se traducen en perspectivas más modestas para nuestro desarrollo futuro.