Regulación de agentes de mercado: buen paso

espués de varios años de tramitación, se aprobó en el Congreso una legislación que regula los llamados agentes de mercado. La iniciativa que inició en la segunda administración de Michelle Bachelet, y que fue continuada por el actual Gobierno, incorporó una serie de elementos en el marco de la agenda anti abusos que se presentó tras la crisis social de 2019.

Un informe de la OCDE que recomendó en junio de 2020 al Consejo de Estabilidad Financiero avanzar en crear un marco regulatorio que tenga por objeto registrar y supervisar a los asesores de inversiones previsionales fue también un apoyo al proceso, ya que el organismo internacional advirtió que las recomendaciones masivas de asesores no regulados pueden afectar la estabilidad del mercado financiero.

Entre varias nuevas normas, el proyecto que despachó el Congreso incluye un marco regulatorio para las entidades que realizan asesorías financieras con los ahorros previsionales obligatorios, las que serán inscritas y reguladas por la Comisión para el Mercado Financiero y la Superintendencia de Pensiones. Deberán contar con una póliza de seguro o una boleta de garantía para resguardar a sus clientes ante eventuales irregularidades y se toman precauciones para los conflictos de interés.

Es sumamente positivo que se haya logrado avanzar en este tema, especialmente en momentos en que el monto de las pensiones es uno de los puntos de mayor preocupación de la ciudadanía. Algunos de estos consultores informales realizaban sugerencias que llevaron a cientos de miles de chilenos a mover sus fondos de pensiones de manera errónea y perder valiosas rentabilidades en los últimos años. A esto se suma un tema de estabilidad financiera, ya que estos agentes tenían la fuerza para mover montos de capitales distorsionadores del mercado cambiario, entre otros. La señal entregada por los legisladores y por las autoridades tras esta tramitación es justamente la que se necesita en muchos otros campos que es la cero tolerancia a quienes pretenden minar la confianza en el sistema financiero y su regulación.