Cartas al Director

Señor Director


Varias personas, en esta misma tribuna, han considerado que es prematuro catalogar a nuestro país como uno de los más innovadores de América Latina. Si bien comparto que puede ser un título inmerecido, también puedo dar fe del cambio de mentalidad en las personas y la conciencia que existe por asumir un compromiso en favor de la innovación en nuestra sociedad. Lo ha manifestado el gobierno, implementando instrumentos tan valiosos como el Fondo de Innovación para la Competitividad del Ministerio de Economía, Fomento y Turismo, lo hemos visto en distintas instancias del sector público, y también en el sector privado, en iniciativas de algunos grupos empresariales. Tal vez este último ejemplo sea el más desconocido, sin embargo lo que están haciendo algunas empresas para desarrollar sus capacidades de innovación resulta tremendamente importante, pues no sólo tiene que ver con optimizar procesos y rentabilizar el modelo de gestión, sino también con el cambio de mentalidad que están provocando en sus trabajadores y operarios.

Pero todavía hay bastante reticencia. Muchas empresas están en fases de sistematización, haciendo repetibles las fórmulas que han sido exitosas. Para ellos, la inversión de tiempo y riesgo, no es fácil, pero está cambiando. Quienes se han aventurado o han dado pasos concretos de desarrollar prácticas de innovación se han dado cuenta que ésta es parte de sus tareas críticas, que debe estar impregnada en su ADN, y que es una condición clave para el éxito.

Porque sin duda la mayor innovación está en las personas, en la forma de trabajar, en el cambio de la mentalidad. Esa es la gran inversión, la gran apuesta y por la cual los resultados llegarán, pero no es un camino recorrido. Por eso, creo que decir que Chile ya es líder en innovación suena un poco ambicioso y poco realista. Decir, en cambio, que está a la vanguardia de grandes transformaciones en materia de innovación, resulta no sólo absolutamente cierto sino que además es un camino de mucho mayor crecimiento y desarrollo.



Leonardo Muñoz Pereira


Director Programa Gestión de la Innovación de Fundación Chile




Señor Director:


A Bernanke lo designó George W. Bush como cabeza de la Reserva Federal. Lo que no saben los republicanos es que gracias Bernanke, o a Bush, Obama saldrá reelecto debido a las políticas financieras tomadas recientemente.



GERARDO URETA CAMPOS




Señor Director:


La reciente aprobación de la reforma tributaria implicará un importante avance para que Chile se convierta en un país sin papeles. En los próximos meses el gobierno enviará un proyecto de ley que busca masificar la factura electrónica en Chile, pues si bien el sistema ya es utilizado por 44 mil empresas autorizadas, aún falta un largo camino por recorrer, si queremos lograr el sueño de “despapelizar” al país.

Masificar la factura electrónica traerá consigo importantes beneficios, ya que gracias a su utilización se podrán recaudar US$ 450 millones por año. Además, mediante este documento electrónico se podrá combatir la evasión al IVA, permitiendo la fiscalización de las facturas falsas, que tanto daño le hacen al sistema.

La masificación de la factura electrónica también tiene importantes beneficios para los usuarios, ya que su utilización disminuye los tiempos de pago de los documentos y evita el trámite de autorización de documentos tributarios en las oficinas del Servicio de Impuestos Internos, reduciendo los costos asociados a este proceso. Además, disminuye las pérdidas de facturas, puesto que éstas quedan registradas en línea, además de ordenar la gestión interna.

Incorporarse a este sistema genera un efecto beneficioso acumulativo, que facilita crear nuevas formas de administrar, no sólo respecto de los documentos tributarios, sino que impulsando mejoras continuas con impacto en los resultados, logrando mayores grados de eficiencia sin requerir de ninguna infraestructura extra.



Pablo Izquierdo


Gerente General de Acepta/ I-Med