Cartas al Director

Señor Director:


Andrés Velasco, en su columna publicada el martes 4 de septiembre, indica lo equivocada que estaba la ex primer ministra del Reino Unido, Margaret Thatcher, cuando dijo “La sociedad no existe”. Lamentablemente y como buen político que aspira al sillón presidencial tomó sólo una parte del contexto y lo modificó para hacerla calzar perfectamente en su discurso populista.

Presento lo que dijo exactamente la señora Thatcher, refiriéndose a la capacidad que tenemos como seres individuales (que no debe ser confundido con el egoísmo) de resolver nuestros propios problemas: “La gente que pide constantemente la intervención del gobierno está echando la culpa de sus problemas a la sociedad. Y, sabe usted, no hay tal cosa como la sociedad. Hay individuos, hombres y mujeres, y hay familias. Y ningún gobierno puede hacer nada si no es a través de la gente, y la gente primero debe cuidar de sí misma. Es nuestro deber cuidar de nosotros mismos y después, también, cuidar de nuestros vecinos. La gente toma demasiado en cuenta sus derechos, sin sus obligaciones, por que no hay derechos a menos que se haya cumplido primero con las obligaciones”. Es decir, si seguimos enfocando nuestros problemas como si fueran de la sociedad, o sea de nadie, nunca los podremos solucionar. El potencial está en cada uno de nosotros como personas individuales y no como una masa “indignada” que dice lo que los políticos hablan tan decoradamente para llegar al poder.

Y agrega que cuando hayamos sido capaces de salir adelante debemos devolver la mano y ayudar a quienes están en desgracia. El éxito de un país está en el cumplimiento de las obligaciones de cada una de las personas que lo habitan y conforman y no en los derechos de la sociedad sin obligaciones para nadie. Llevamos enfocando nuestros problemas como los de la “sociedad” hace 30 años y el resultado ha sido negativo si consideramos que la distribución de la riqueza ha empeorado. Tristeza y duda me da que un hombre educado en la elite tradicional sabiendo cual es el verdadero contexto y significado que Margaret Thatcher estaba transmitiendo, lo haya tergiversado y acomodado a sus fines políticos.
Javier Ignacio Silva Cuevas


Señor Director:


Nos sentimos más chilenos en septiembre, conmemorando nuestra independencia nacional. Asimismo, rebrota nuestra chilenidad cuando nuestra selección de fútbol se mide con algún equipo de otro país. El resto del tiempo toleramos todo tipo de expresiones y manifestaciones antipatrióticas, que deterioran crecientemente nuestros espacios tangibles e intangibles. Nos falta empuje que contrarreste esta penosa situación. Necesitamos cultivar nuestro espíritu cívico, de manera que la contribución de cada cual en la materia nos haga sentirnos orgullosos de ser chilenos.

Patricio Farren Cornejo


Señor Director:


El presidente del PC se interna en la Clínica Reñaca y no en el Van Buren.

La señorita Camila se indigna porque le hacen lo que ella enseña, tomar partidos políticos. La consecuencia es notable.

Benjamin Kaufmann


Señor Director:


Respecto a la columna “¿Un augurio de la burbuja IFRS?” escrita por Antonio Castilla (hijo) y publicada ayer por Diario Financiero, considero imprescindible precisar un error de contenido.

Cuando el columnista dice: “se multiplicarán los casos de burbujas de valor que reventarán cuando existan cambios de control (o de auditores)”, su apreciación resulta absolutamente infundada, toda vez que la Ley de Mercado de Valores 18.045 en su artículo 242, letra d) prohíbe expresamente al auditor externo efectuar tasaciones o valorizaciones de la empresa que audita. La referencia del columnista a la necesidad de incorporar a una mesa de trabajo al SII no es procedente, pues estas valorizacionesa valores de mercado que trae IFRS, hoy no tienen validez tributaria.
José Monsalve


Presidente Instituto de Auditores A.G.