Cartas al Director

Señor Director:


Muchos interesados en comprar casa o terreno para construirse acá en la zona de Zapallar, Cachagua y Marbella afirman sin muchos argumentos objetivos que los precios están altísimos y que según ellos existe una burbuja inmobiliaria 
Quisiera informarle que mi oficina de corretaje de propiedades, que trabaja exclusivamente en esta zona, ha vendido el año pasado sólo una propiedad con crédito. El resto se ha vendido pagando al contado y me consta en la mayoría de los casos, con ahorros propios; sin endeudamiento. La demanda es permanente y así lo puede Ud verificar con las multiples oficinas de corretaje que operan en la zona.

Si suponemos que el perfil socioeconómico de los que viven en el sector oriente de Santiago es similar a los que demandan propiedades en esta zona, Ud. podrá concluir que no existe burbuja inmobiliaria.

Lo que existe es un país exitoso económicamente, que esta cercano a los 
US$ 20.000 de ingreso per capita, y que un porcentaje alto de la población puede y desea , tener una segunda vivienda , tanto o mas que una primera.



Gonzalo Espinosa Ibarra


Corredor de Propiedades




Señor Director:


Don Felipe Martín, de la Comisión de Riego, afirma que en los últimos diez años las precipitaciones han bajado entre 15% y 60% y que esto sería una tendencia definitiva.

Me permito discrepar del Sr. Martín y señalar que es muy peligroso establecer tendencias basándose en pocos años y menos aún, como hacen otros, atribuirle causas como el “calentamiento global”.

En Quinta Normal las precipitaciones de los últimos once años son superiores en 12% a las de los once años anteriores, 1989 a 1999 (345 mm. y 307 mm., respectivamente). El promedio móvil de 50 años en Quinta Normal es de 339 mm. en 2010 y de 310 mm. en 1988, lo que muestra que entre 1988 y 2010 subió el promedio de 30 años en 9,4%.

Todo esto no tiene ningún valor predictivo y tanto puede ser que el próximo año o el siguiente caigan 700 mm. sobre Santiago y se salga el Mapocho como que llueva menos que el promedio, pero una cosa sí es segura: que en los próximos diez años tendremos años muy lluviosos y otros secos.



Juan Ariztía Matte




Señor Director:


Este mes entró en vigencia la nueva Ley de Derechos y Deberes de los pacientes, que asegura el cumplimiento de principios básicos de atención en salud. Sin embargo, hay condiciones que aún no se están considerando en el llamado “mercado de salud”, pese a ser de la mayor importancia. Me refiero a la información sobre la calidad de los resultados que los pacientes reciben en cada centro médico, la que junto con los costos y servicios, debería estar plenamente disponible para los usuarios.

Toda persona debe encontrar un equilibrio entre costo material, calidad de servicio, y sobre todo, resultados médicos que estén acorde a estándares internacionales. Y es que el “cliente” es, en realidad, un paciente que busca resolver una necesidad primaria como lo es un problema de salud. Por lo mismo, los servicios médicos no se pueden considerar como un “commodity” prescindible.

Un servicio o prestación médica, ya sea una intervención o procedimiento, puede tener un bajo costo aparente, pero altas tasas de morbilidad (complicaciones) y mortalidad. Hoy, más que nunca, la información transparente y veraz sobre los resultados médicos reales obtenidos por los diferentes prestadores es el índice que se debe agregar a la información de costos meramente económicos.

En EEUU existe por ley la Agencia para la Investigación y Calidad en la Atención de Salud, dependiente del Departamento de Salud, encargada de recabar información sobre costos, calidad de atención, resultados clínicos, haciendo accesible la información en Internet.

El reconocimiento de la importancia de la información transparente de los resultados médicos de cada hospital o clínica sería beneficioso tanto para los pacientes en forma individual, como para los prestadores y agencias pagadoras estatales y privadas.



Dr. Francisco Valdés Echenique


Profesor de Cirugía Facultad de Medicina PUC