Contribuciones, un impuesto que no se jubila
Señor Director:
Conversando con un amigo, me comentó que está pensando en comprar un departamento. Después de varios años de esfuerzo, ha logrado reunir el pie y, junto a su familia, quiere cumplir el sueño de la casa propia.
“Estoy evaluando un crédito a 25 años. Para solventarlo, trabajaré y pagaré mensualmente el impuesto único de segunda categoría y, trimestralmente, las contribuciones”, me comentó. Pero, luego, con cierta preocupación me dijo: “Con el alza de los avalúos fiscales, ¿qué pasará cuando me jubile y solo tenga mi pensión? ¿Seguiré pagando contribuciones? ¿Y si no puedo… tendré que vender mi casa?”
Esta conversación refleja lo que muchos adultos mayores viven hoy: el temor de perder lo que con tanto sacrificio construyeron.
Carlos Pérez-Cotapos U.
Ingeniero Comercial