Cartas al Director

Señor Director:


Son inquietantes las informaciones difundidas acerca de cómo se está abordando parsimoniosamente en nuestro país el creciente problema de la congestión vehicular. Tal problema, según informes de organismos internacionales solventes, se encamina a afectar la economía nacional, así como impedirá el normal desenvolvimiento de las actividades comunes. Es evidente la necesidad de restringir la circulación de automóviles, a la vez que promover el transporte colectivo. Esto último no puede circunscribirse a disponer de más microbuses, porque igualmente saturarán los espacios viales. Necesitamos redes ferroviarias urbanas, interurbanas y de largo alcance. Los grandes capitales requeridos son fácilmente obtenibles en el exterior. Sólo falta la voluntad política en nuestro país.



Patricio Farren Cornejo




Señor Director:


La inflación de los alimentos en Chile registró el mayor incremento, comparado con toda Latinoamérica, en los últimos doce meses, producto de los costos energéticos y la sequía, haciendo que tanto las empresas como las personas resientan el impacto en los costos. ¿Qué podemos hacer ante esto?
Ciertamente no se puede soslayar una sequía, pero sí se puede generar una planificación en los procesos agrícolas que permitan mitigar su impacto, tanto en la administración del terreno como en el cuidado de éste. 
Existen diferentes herramientas de software capaces de informar qué área del campo tiene un mayor o menor grado de madurez o cuáles fueron las zonas que ya fueron regadas; y esta aplicación no es la única, existen muchas otras que contribuyen a generar mayor productividad de la cosecha generando mayores utilidades en el proceso de producción.

Debemos valorar la importancia de fomentar la inversión en el desarrollo tecnológico dentro del mundo del agro, especialmente, al tener en cuenta los múltiples factores hostiles que puede enfrentar Chile en lo climático y el importante rol que juega el rubro agrícola en la balanza comercial nacional.

La significativa reducción de costos y los enormes réditos en la productividad que conlleva el uso de tecnologías en esta industria son argumentos más que suficientes para de invocar la lluvia y comenzar a invertir en tecnología.



André Papaleo


vicepresidente de Industrias de Oracle para Latinoamérica




Señor Director:


La recientemente aprobada ley que incrementa las subvenciones escolares permitirá, por ejemplo, que un alumno vulnerable de educación básica reciba una subvención mensual de $ 95 mil, un 50% más que en 2009.

Este avance se suma a otras noticias positivas que, más allá de la beligerancia manifestada por algunos dirigentes estudiantiles, se han venido produciendo en las últimas semanas. Por ejemplo, ya está vigente la ley que reformó el CAE, iniciativa creada en los gobiernos de la Concertación que permitió incrementar el acceso a la educación superior pero que endeudó a cientos de miles de jóvenes. Adicionalmente, en las próximas semanas se iniciará la reprogramación de aquellos que están morosos en el Fondo Solidario, 110 mil estudiantes que en su gran mayoría están en Dicom.

Se suma la puesta en marcha de la Agencia de Calidad, la Superintendencia de Educación Escolar, la flexibilización del estatuto docente y el nuevo sistema de Alta Dirección Pública para seleccionar a los directores de colegios municipales.

Puede resultar entendible la exasperación que en muchos jóvenes genera la lentitud de las instituciones para reaccionar a sus demandas. Sin embargo, sería razonable que se reconociesen los incuestionables avances logrados en el último tiempo. Mal que mal, en los últimos dos años el país cuenta con siete nuevas leyes para mejorar la educación y durante 2013 uno de cada $ 5 del gasto fiscal estará destinado a financiar estas reformas.



Cristóbal Castro F.