Clemente Pérez

El triunfo de las ciudades

Clemente Pérez Abogado, Máster en Políticas Públicas

Por: Clemente Pérez | Publicado: Miércoles 23 de diciembre de 2020 a las 04:00 hrs.
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a gran mayoría vivimos en ciudades. En ellas buscamos oportunidades laborales, estudios, entretenimiento. Soportamos congestión y contaminación, ¿pero qué más da?, las oportunidades superan a los costos. Las ciudades triunfaron, según Edward Glaeser, quien afirma: "Las ciudades suponen la ausencia de espacio físico entre las personas y las empresas. Representan la proximidad, la densidad de población y la intimidad. Nos permiten trabajar y jugar juntos, y su éxito depende de la demanda de contacto físico".

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Pero la pandemia se alarga y hemos descubierto que la proximidad y el contacto físico no son tan indispensables. No sabemos cómo van a reaccionar las ciudades ante esto. Los cambios no serán tan notorios, me imagino. La gente se compra una vivienda y la termina de pagar muchos años después, por lo que hay una inercia en las decisiones de localización. Y el desarrollo de proyectos también toma años, por lo que también hay rezago en la oferta ante las nuevas tendencias.

Con todo, podemos avizorar vientos de cambio. En primer lugar, está claro que debiera haber más preocupación por lograr mayores grados de equidad territorial. Comunas como Vitacura y Barnechea tienen nueve veces más áreas verdes por habitante que otras como Independencia o San Miguel. Quilicura y Maipú tienen tiempos de viaje promedio que superan la hora y media en la punta mañana (PNUD). Los campamentos casi se han duplicado en los últimos tres años (Atisba).

De hecho, contrario a estadísticas anteriores, hoy en día, a dos de cada tres santiaguinos les gustaría mudarse de la zona donde residen, de acuerdo con un reciente estudio de las universidades Portales y Central. Eso no era así antes, dice el mismo estudio.

Entonces, a diferencia de Zalo Reyes y de Los Prisioneros, que afirmaban que ellos no se cambiaban de barrio, es probable que mucha gente ahora sí lo haga. El teletrabajo flexibiliza esta decisión y el retiro del 10% de las AFP permite a muchos invertir estos fondos en el pie de una vivienda propia, en un barrio tal vez más lejano, pero con mejor calidad de vida. Lejos de la Plaza Baquedano, por de pronto.

Es hora de retomar el concepto de los subcentros. Ciudades grandes como Santiago, Valparíaso-Viña y el Gran Concepción, deben tener varios centros, a fin de que aquellos que optan por barrios con mayor calidad de vida y teletrabajo, puedan encontrar servicios a una distancia razonable. Lo mismo aplica, y con mayor razón, para quienes ni siquiera pueden optar, sino que están obligados a vivir en la periferia. Pasar desde la densificación forzada, a una densidad equilibrada; pasar de los guetos verticales a los subcentros, son algunas ideas que debiera estimular la regulación urbana.

Aunque las ciudades hayan triunfado, las urbes post pandemia no debieran ser las mismas.

Ojalá la nueva Constitución también juegue un rol en promover un derecho a la ciudad, que oriente los esfuerzos del Estado a mayores niveles de equidad territorial, provisión de bienes públicos, barrios seguros y convivencia civilizada.

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