El "Gran Hermano Laboral" de la Dirección del Trabajo
Marcelo Albornoz Serrano, abogado y socio principal de Albornoz & Cía. Exdirector del Trabajo y exsubsecretario de Justicia.
La modernización del Estado sigue siendo un anhelo para los ciudadanos y el desarrollo del país, y una muestra de su avance es la tecnologización de la gestión de los organismos públicos, de sus trámites, la eficiencia y racionalización de los recursos (sobre todo humanos) en el manejo de los tiempos y en la respuesta oportuna y de calidad a los usuarios. Se entiende que este es el fin de la reciente Ley de Modernización de la Dirección del Trabajo, aunque por las experiencias de muchos el camino ha sido pedregoso, lento y a ratos confuso para las empresas. Entendible para tamaña hazaña informática, la construcción de un big data, un verdadero "Gran Hermano Laboral" que estará observando paso a paso qué hacen y qué no hacen las empresas y los trabajadores (sus "transacciones" como algunos le llaman a las relaciones laborales).
Pero como a veces ocurre, el papel de la ley aguanta mucho, puesto que en este caso no se previeron etapas legales de implementación tecnológica, especialmente en el caso de los registros más voluminosos de los datos laborales de los empleadores, algo racionalmente indispensable para proyectos de esta envergadura.
Quejarse sirve, especialmente para identificar los nudos que hay que destrabar, pero no sirve para aportar a las soluciones, sobre todo las urgentes. Para estas se requiere voluntad política, creatividad, celeridad y sobre todo orientación y guía para las empresas obligadas a cumplir la Ley (y bajar su ansiedad). De ahí que sea indispensable implementar medidas de transicion, que, aunque no sean las propias de largo plazo sirven para ajustar el modelo y ofrecer garantías de cumplimiento evitando el estrés de las posibles sanciones. Un ejemplo es dar una respuesta al problema de las cargas masivas de registros de contratos y terminaciones, principal obstáculo actual en la lentitud del sistema, pero sobre todo dolor de cabeza para las empresas de masiva contratación permanente (EST), de grandes volúmenes permanentes y también temporales (cosecha de fruta). Con creatividad tecnológica y buena fe para el cumplimiento, a más de un técnico público y privado se le podría ocurrir alguna medida pronta y adecuada. Otra necesidad, incluso para resguardar la privacidad de datos personales de trabajadores, es la creación de claves múltiples y compartimentar al interior de las empresas a fin de evitar el actual "préstamo" de clave única. Y no cabe duda de que salvaguardar la privacidad del "rol privado" de las compañías (que no es un capricho) es otra respuesta necesaria y tranquilizadora, sobre todo para el manejo del Libro de Remuneraciones por parte de funcionarios. Recordemos al respecto, que no sólo es para agilizar la fiscalización y otros trámites en las inspecciones el cúmulo de datos laborales que se exigen, pues los datos serán para estudios, estadísticas y nada menos que para fines de difusión.
Si miramos en perspectiva y sumando las variables que la ley dispone, la responsabilidad de la DT será enorme en la custodia y manejo de la privacidad de los datos de empresas y trabajadores, en que habrá aspectos estratégicos, de competencia y otras sensibilidades. Por ello es que conviene informar los métodos o sistemas que desde ya aplicará la DT para garantizar la privacidad de la información pues el big data laboral que administrará no lo tendrá ningún otro organismo público.