A diferencia del gobernador de Valparaíso, Rodrigo Mundaca, sus pares de Coquimbo, Cristóbal Juliá y de La Araucanía, René Saffirio, no se opusieron a la solicitud de Enjoy para renunciar anticipadamente a la concesión de los casinos en Coquimbo y Pucón. A pesar de la oposición de Mundaca y pedir una semana más para analizar los antecedentes, el consejo de la Superintendencia de Casinos de Juegos igual aprobó la renuncia.
La historia detrás de este proceso comenzó en enero, cuando Enjoy -que vivió un desmembramiento de su estructura después de dos procesos de reorganización judicial- pidió formalmente renunciar a los tres casinos que administraciones anteriores se habían ganado ofertando millonarias sumas de dinero que dejaron a la competencia sin espacio de ganar esas plazas y lo que, según varios análisis, fue el principal motivo para caer en insolvencia.
Entonces, comandados por Carolina Galvez como gerenta general, ingresaron todos los documentos que pedía la ley que, a su vez, fue modificada por el Gobierno en julio del año pasado posibilitando que puedan renunciar anticipadamente bajo ciertas condiciones.
En lo concreto, la jugada que hicieron antes de enero fue traspasar la operación de esas tres plazas a la sociedad Casinos de Chile previa aprobación de la FNE, cuyos dueños son BTG Pactual, Orsan, Cesce y Avla, quienes dieron las boletas de garantía tras las ofertas económicas. Ahora, será esta sociedad, presidida por el ex Enjoy Gerardo Cood y cuyo gerente general es Roberto Mimica, quien administre por tres años más los casinos de Coquimbo, Viña del Mar y Pucón. También opera las salas de Chiloé, Rinconada y el hotel en Puerto Varas.
La gracia de esta movida es que Casinos de Chile podría volver a postular a la concesión de esas plazas en el futuro, porque la ley sólo prohíbe que el mismo operador renunciado (Enjoy SA en este caso) se repita.
Según la Superintendencia, en base a los ingresos brutos que generaron los casinos de juego el año pasado, se estima que el impacto fiscal y económico derivado de la decisión adoptada por el Consejo Resolutivo permitirá, durante los próximos tres años, una recaudación superior a los $ 38.396 millones en el caso de Coquimbo, otros $ 65.459 millones en Viña del Mar y $ 17.623 millones en Pucón.