La Armada de Chile decidió enfrentar uno de sus problemas históricos de navegación en el extremo sur de Chile, con apoyo de startups, para desarrollar y poner a prueba una solución, algo poco frecuente en el sector público.
A través del Centro de Innovación Tecnológica de la Armada (CITA), la institución acaba de seleccionar a las startups nacionales Innercore y Southern Tech para desarrollar tecnología soberana que permita mejorar la seguridad en el paso Kirke, un punto crítico de la Región de Magallanes y paso obligatorio hacia Puerto Natales.
El proyecto se enmarca en la nueva Ley de Compras Públicas de Innovación y es impulsado junto a Corfo, como parte de un piloto que busca validar este instrumento en la Armada, con un presupuesto de $ 516 millones para la ejecución de las pruebas.
“A través de nuestros programas buscamos iniciativas o emprendimientos que hagan fuerte la base industrial de la defensa”, dijo el subdirector del CITA, comandante Francisco Meric.
Destacó que la iniciativa les permitió adelantarse dentro del sector público y probar un nuevo modelo de colaboración con startups con soluciones que tengan aplicación dual, es decir, para fines militares y civiles.

El paso Kirke en la región de Magallanes.
Un paso complejo
Kirke ha sido durante años un dolor de cabeza para la Armada. Se trata de un paso marítimo de navegación complejo, con fuertes corrientes marinas, tráfico comercial y condiciones geográficas extremas.
“Es un sector inhóspito, inhabitado, donde se han registrado numerosos accidentes”, señaló el jefe de Operaciones del CITA, capitán de corbeta Cristián Faúndez.
Aunque anteriormente implementaron soluciones tecnológicas -la última de origen español- ninguna logró responder de forma adecuada al deterioro provocado por las condiciones naturales del sector.
Ahora, el objetivo, dijo Meric, es contar con una solución definitiva para estimar corrientes, un factor clave para decidir si una embarcación puede o no atravesar el paso.
$516 millones es el presupuesto para los pilotos.
Tecnología soberana
El proceso comenzó en marzo de 2024, cuando la Armada validó el problema y, tras investigar, confirmó que no existía en el mercado local una solución disponible que cumpliera con los requisitos.
La primera etapa del piloto con las startups se extendió hasta julio e incluyó el desarrollo de prototipos y pruebas iniciales, con seguimiento permanente de Corfo y un Comité Técnico multidisciplinario de la Armada.
Las finalistas Innercore y Southern Tech presentaron propuestas que combinan software y hardware, además de inteligencia artificial.
Innercore -ganadora del Desafío Avante 2020, que organiza la Armada- desarrolló un sistema integrado que mide corrientes y tráfico marítimo, que permite analizar la periodicidad de paso, horarios y velocidades de embarcaciones, con sensores alimentados por paneles solares.
Southern Tech, en tanto, desarrolló un dispositivo que se instala en el fondo marino y mide los flujos de corrientes y otras variables oceanográficas.
Faúndez dijo que ahora comienza la fase más exigente del piloto. Explicó que una de las principales lecciones aprendidas de la primera etapa fue que los avances reportados en línea por las startups no siempre reflejaban el desempeño real.
Por eso, antes de trasladarse a Kirke, ambas compañías deberán superar cuatro pruebas presenciales en el CITA, donde incluso se trasladó un faro a las instalaciones de Viña del Mar para montar y testear los equipos. Estas pruebas se realizarán entre enero y mayo de 2026, con exigencias crecientes en robustez y confiabilidad.
El despliegue en terreno está previsto para el segundo semestre de 2026, con la integración de datos históricos de la Armada -como información meteorológica, detección de embarcaciones y geolocalización- y la instalación definitiva hacia diciembre de ese año.
En septiembre se conocerá cuál de las dos startups se adjudicará la licitación para implementar la innovación final en el paso Kirke.
“La idea es que estas soluciones no queden solo para la institución, sino que pasen a engrosar la oferta de tecnologías nacionales. Creemos que el país tiene la capacidad para resolver desafíos estratégicos sin depender de proveedores extranjeros, lo que llamamos soberanía e independencia tecnológica. Lo estamos haciendo con científicos, emprendimientos y tecnología de acá”, dijo Meric.
Agenda 2026
En paralelo, el CITA proyecta un 2026 cargado de actividades vinculadas al ecosistema emprendedor y científico tecnológico.
Meric contó que desde 2024 ejecutan un proyecto de fortalecimiento con foco en formación y robustecimiento de capital humano y el desarrollo de una Academia de Innovación Dual.
También planean realizar una nueva versión de la feria Innovapolinav -que busca consolidarse como un referente regional para startups-, colaboraciones con universidades y con el recientemente adjudicado startuplab de Viña del Mar, además de diseñar nuevos desafíos públicos para encontrar soluciones tecnológicas a problemáticas institucionales en el mercado local.