La historia de Cementos Bío Bío (CBB) comenzó en 1957, cuando los empresarios Hernán Briones y Alfonso Rozas decidieron dar forma a la compañía. Desde entonces, la firma logró construir una posición relevante en la industria de los materiales de la construcción, expandiéndose más allá del cemento hacia negocios como la cal y el hormigón.
Con casi 80 años de trayectoria, 2025 marcó un giro radical para la empresa. A mediados de este ejercicio, la belga Carmeuse Holding concretó la adquisición del 97,15% de las acciones de la cementera, operación que le permitió tomar el control de la compañía.
Tras ello, el grupo europeo anunció su intención de cancelar la inscripción de las acciones de CBB en el Registro de Valores de la Comisión para el Mercado Financiero (CMF), iniciativa que fue sometida a votación este miércoles en una junta extraordinaria de accionistas.
De acuerdo con un hecho esencial enviado al regulador, los accionistas de CBB aprobaron solicitar la cancelación de la inscripción bursátil de la sociedad. Asimismo, el documento establece que los accionistas disidentes -aquellos que se opongan a la medida- tendrán derecho a retirarse de la compañía, recibiendo a cambio el valor de mercado de sus acciones, fijado en $ 1.092 por papel.
Con esta decisión, la compañía pone en marcha el proceso para cerrar una historia bursátil que se remonta a 1965, la que debería concluir formalmente durante las próximas semanas.
Poder comprador
En paralelo a su estrategia de salida de bolsa, Carmeuse Holding lanzó la tarde del martes un poder comprador por hasta 7.535.803 acciones de CBB, a un precio de $ 1.730 por acción.
Con esta operación, la firma europea busca adquirir el porcentaje restante de la cementera, hoy en manos de instituciones financieras y accionistas personas naturales. El poder comprador estará vigente entre el 18 de diciembre de 2025 y el 17 de enero de 2026.